one night stand | carlos sainz

capítulo 21

carlos sainz

No sabía qué hacía ahí, y no me gustaba que estuviese. No sólo porque su simple presencia me descolocaba, sino también porque Isa estaba visiblemente incómoda, y yo no tenía idea de qué hacer. Incluso Lando, que se había acercado hace poco al ver a la castaña, parecía enfadado.

Realmente, no acabo de entender el odio que él parecía tenerle desde el principio de esta situación, pero lo tomé como una forma de apoyo hacia mí. Era bien sabido que éramos mejores amigos, así que tampoco lo pensé demasiado cuando empezó a hablarme del tema.

— ¿Quién la ha invitado? Ni siquiera trabaja con nosotros, ¿quieres que diga que la echen?

— Yo creo que sí sé quien la ha invitado — Dije aún con el ceño fruncido, mirando al ingeniero de Red Bull, ahora vestido con camisa y pantalón negro, y aunque nunca lo diría en voz alta, el chico se veía muy bien

— ¿En serio? ¿Es que no eres el único con el que ha estado? Está claro que es una cazafortunas, no puedo entender como la dejaron entrar

— No digas eso — Mi voz salió más dura de lo que pensé — No es ese tipo de chica. — Seguía mirándola — Yo empecé esto, y ni siquiera me conocía aquella noche

— Si tu lo dices... — Pude sentir la mirada de los dos sobre mí, sorprendidos de que estuviera defendiendo a Sofía, pero realmente ni lo había pensado. Fue natural e incontrolable que esas palabras salieran de mí. — No entiendo por qué la excusas, fue rastrera con lo que hizo — Admitió el británico, pero pude sentir a Isa sobre mí y cómo se tensaba ante el tema de conversación

— No todo es lo que parece, Lando — Decidí zanjar el tema, esta vez fijándome en mis amigos. Hice mi mejor esfuerzo para poner una sonrisa, como si la presencia de la castaña no me afectase — Venga, ¿esto es una fiesta o no? ¡Vamos a beber!

— Ve tú, yo me voy — El británico dijo — Prefiero no compartir mi espacio con alguien así, y menos después de un fin de semana de mierda, o sino montaré un escándalo — Admitió

Es verdad que no fue una buena carrera para ellos, él se había quedado fuera de la zona de puntos, y Piastri a duras penas consiguió puntuar. Intenté convencerle, pero no hubo nada que hacer. Según él, su noche ya estaba arruinada antes de empezar, que solamente había venido por Oscar, pero su novia había venido de sorpresa a verle, por lo que no era necesario.

Le dejé ir, y ayudé a Isa a levantarse, dándole un pequeño beso en los labios para intentar darle de cierta forma, una seguridad sobre lo que estaba pasando, aunque ni yo la tuviera. Y pareció funcionar bastante bien, puesto que la rubia puso una sonrisa mientras nos acercábamos a la barra, con la intención de empezar una ronda de bebida.

— ¿Crees que fue su amigo quien la invitó? — Isa se acercó a mí para preguntarme, en lo que yo tragaba el shot que acababa de servirme el camarero

— Probablemente, no creo que Ana lo hiciese sabiendo que yo iba a estar aquí. Pero eso no importa ahora, yo sólo tengo ojos para una rubia — Le dije, ahora un poco más suelto por el alcohol en mi organismo. La chica frente a mí se sonrojó.

— No seas bobo, Carlos — Respondió avergonzada dándome un pequeño golpe en el brazo — Simplemente es... Raro, verla aquí — Admitió

— Bueno... Eso se puede solucionar — Sonreí coqueto — Mírame solo a mi y ya está

La chica negó con la cabeza, pero la sonrisa en sus labios era obvia, lo cual me tranquilizaba. Por lo menos, no tendría que preocuparme por mi novia. O eso pensaba. Juro que lo intenté, de verdad, pero igual que la última vez, Sofía era como un puto imán, y aunque me gustaría decir que eso sólo me afectaba a mí, sería mentira.