sofía ortiz
El Yas Marina siempre era emocionante, pero nunca tanto como hoy. La pelea estaba clara, Carlos y Max, a tan solo un punto de diferencia, Charles estaba unos quince puntos por detrás, y Lando a unos veinte, lo que les daba una oportunidad. Pero los ojos estaban puestos sobre dos personas en especial.
Verstappen lideraba el primer puesto, pero Sainz había apretado toda la temporada y exprimido al máximo ese Ferrari que parecía estar de vuelta a sus mejores años compartiendo la línea de salida con él. Era emocionante.
Las gradas estaban llenas de los colores de las dos escuderías líderes, quienes también peleaban por el campeonato de constructores.
El circuito estaba abarrotado, había cifras impresionantes de audiencia, el deporte había recuperado números que no veíamos casi desde la época dorada de Fernando.
¿Y yo? Con trabajo hasta arriba. La presión se notaba, el garaje de Red Bull se mantenía en silencio excepto por los ingenieros que hablaban entre sí con murmullos bajos. Esto nunca pasaba. Siempre había quien bromeaba, pero sabíamos lo que nos jugábamos.
Yo me la jugaba por partida doble. Estaba dividida entre mi marido y mi mejor amigo. La prensa también lo sabía, por lo que tan pronto ponía un pie fuera de las paredes seguras del garaje, se lanzaban sobre mí como hienas.
—Sofía, sofía, aquí Sky Sports, ¿a quién apoyas en esta carrera?—La reportera ni siquiera preguntó y ya me había puesto el micrófono en la boca.
—A todo el mundo. La mitad de los pilotos se juegan un buen puesto, o incluso ser vencedores, todos tienen posibilidades y mi apoyo va a todos ellos. Todos son increíbles.—No lo pensé demasiado, pero es que aunque quisiera, tampoco podría responderle.
—Tienes a tu marido y a tu escudería compitiendo, ¿realmente no tienes un favorito?—Rodé los ojos ante la pregunta de otro periodista, que también me estaba siguiendo.
—Les deseo lo mejor a los dos. Gane quien gane, ambos son pilotos increíbles.
Lo cierto, es que era jodidamente complicado. Esto era una batalla entre las dos personas que más quería en mi vida, y las dos se habían matado a trabajar. Había visto a Carlos llegar a dormir exhausto por la noche y levantarse antes de que saliese el sol para probar el coche, para hablar de estrategias, entrenar o Dios sabe qué.
También había visto a Max embarrado de aceite junto con sus ingenieros, teniendo más reuniones que nunca, aprovechando cada minuto para probar y llevar al límite el monoplaza.
Su esfuerzo se veía en la tabla de puntos. Y se iba a decidir solamente en unas cuantas horas. Lo que significaba que tenía que darle apoyo a ambos, tal y como hacía en cada carrera. Tal y como se merecían.
Me acerqué primero a la escudería italiana, encontrando al monegasco. Caminé hacia él, porque aunque no estaba tan cerca como los otros dos y salía de una posición peor, aún tenía posibilidades.
—¿Cómo estás?—De alguna forma, mi uniforme de Red Bull ya no se veía fuera de lugar aquí dentro después de la cantidad de tiempo que había pasado allí.
—¿Honestamente? Cagado.—Respondió, y solo necesite ver cómo jugaba con sus anillos para saber que no era mentira.
—Tienes que dejar de lado las expectativas que crees que la gente tiene de ti, Leclerc.—Apunté. Habíamos hablado de esto varias veces.
—Aprecio el apoyo pero... El campeonato de constructores es lo que Ferrari lleva esperando de mí desde que me financiaron el llegar hasta la Fórmula 1. Ahora es mi compañero el que lucha por el campeonato de pilotos mientras yo me quedo atrás y... El apodo de "Il predestinato" pesa bastante sobre mis hombros.—Admitió con un suspiro lastimero.
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one night stand | carlos sainz
FanfictionDonde Carlos odia a Sofía por lo que hizo años atrás, o donde ella no sabe por qué el ha respondido algo así en una entrevista tras tanto tiempo, pero desde luego, sí sabe que ahora, ese odio es recíproco.