one night stand | carlos sainz

capítulo 17

carlos sainz

La verdad que el día fue agotador. No le dirigí la palabra a Ana en todo el día, después de nuestro fatídico encuentro con Sofía, no tenía ganas de hablar con ella. En el fondo era consciente de que ella no era la culpable de que la castaña estuviese aquí, puesto que había venido sin saber que mi hermana estaría. Sin embargo, necesitaba echarle la culpa a alguien, sacarme la frustración que sentía y que me hizo quedar de décimo en la clasificación.

La odiaba, ella me estaba haciendo esto. La estaba cagando cuando estaba llevando una temporada bastante buena, manteniéndome segundo en las tablas, unos puntos por encima de Charles y con Verstappen por delante. Y era su culpa, porque si no hubiese venido, si no la hubiese visto, si no hubiese hecho que mi cuerpo se sintiese raro en cuanto la miré por primera vez, ahora estaría en una posición mucho más favorable.

Podía sentir la mirada de mi padre en la espalda mientras hablaba con los ingenieros, quienes estaban preocupados de que algo le pasase al coche. Pero no era el monoplaza, era la chica que me había rechazado años atrás la que había causado esto. Nadie decía nada, pero todos sabían que estaba aquí, y todos se habían dado cuenta de que mi rendimiento había bajado desde entonces.

Por lo menos, Fred había conseguido salir airoso de la prensa, atribuyéndolo a que los frenos habían sufrido un fallo. Lo cual era una gran mentira, pero ellos no tenían que saberlo, aunque sí lo sospechaban. De haber habido algo que no funcionase correctamente, lo hubiese comunicado en radio en el momento, pero todo lo que se escuchó fue Ricky informándome de los tiempos de mis compañeros, y yo respondiendo con un escueto "Copiado". Joder, hasta haber chocado me hubiese dejado en mejor lugar que esto.

Cuando me alejé para cambiarme, pude sentir a mi primo y a mi padre siguiéndome. Genial, ahora me tocaba una charla familiar.

— Carlos, ¿qué te ha pasado ahí, hijo? No parecías tú... — Mi padre fue el primero en hablar

— Te juegas que Charles te pase en la tabla, ¿y te pones así ahora? ¿Crees que te lo puedes permitir? Porque créeme que no

— Si es por la chica esa, haremos algo, la mantendremos alejada, no tienes que verla, Ana ya ha dicho que no estará con ella lo que queda de fin de semana. Puedes concentrarte sin problema, además tienes a Isa, que ya sabes que te apoya y...

— Ya lo sé, de verdad que lo sé. Es sólo que no estaba concentrado. Eso es todo. No me sofoqueis, que no puedo "permitírmelo" según mi manager — Repetí lo que Caco había dicho, de forma irónica

— Te juro que...

— Basta, no es el momento — Mi padre interrumpió la inminente amenaza por parte de mi primo, que, probablemente, tenía razón, pero no necesitaba escucharlo. Lo sabía, sabía que la estaba cagando. — Te dejamos para que te cambies... No quiero presionarte hijo, pero...La gente sabe lo que está pasando, no puedes dejar que te afecte tanto. Tú puedes con esto — Me dio un suave golpe en el hombro y se fue, pero Caco se quedó dentro. Yo, por otro lado, empecé a cambiarme.

— Mira, Carlos, no sé qué te traes con la chica, y ya sabes que hace mucho que no me interesan tus conquistas de una noche. Pero la prensa os están comiendo vivos, a los dos. Mientras salían ahora ella y su padre los estaban acosando con preguntas bastante incómodas, los vídeos están por todo Internet — No pude evitar tensarme ante esa revelación, ¿estaría bien? No, esa no es mi preocupación ahora mismo

— Si no quería prensa no debería haber venido — Respondí escuetamente, todo era su culpa. No podía tener compasión por ella.

— Claro, ¿tú crees que a ti no te pasará lo mismo en cuanto salgas? Ni hablar de todo lo que está pasando con lo de que Isa esté aquí también, todo el mundo piensa que eres un infiel. No estás consiguiendo buena prensa precisamente — Suspiró, claramente cansado — Y aún encima vas tú y Ana y hacéis casi una reunión familiar en medio del paddock, ¿eres consciente de lo que se está inventando la gente?

— Son sólo eso, invenciones. Siempre hay rumores, tanto conmigo como con todos. Cada piloto que tiene pareja y sale una noche, tiene rumores de infidelidad, pero eso no los hace ciertos. — Apunté, sabiendo bien que ese no era el problema

— La diferencia aquí es que los dos habéis dado un espectáculo mediático hace unas semanas, y hasta ahora lo de tener una relación medianamente estable, funcionaba. Pero no sólo habéis admitido que os acostasteis sino que también os habéis visto. Vamos, ¿crees que eso no suena como infidelidad para la prensa?

No pude evitar sentirme mal, no quería eso para Isa. Realmente la quería, era alguien importante para mí. El hecho de que la castaña estuviese aquí, robándose todos mis pensamientos, era sólo una mala casualidad. Nada más. 

Siempre hay rumores de ese tipo, sobretodo porque en mis primeros años como piloto era bastante conocido por... Mis numerosas compañías nocturnas, por así decirlo. Pero hacía cosa de un año que había sentado cabeza. No era un hombre fiel. Era cauto, precavido, sabía lo que quería. 

Sin embargo, con Sofía en el paddock, había empezado a perder el control. La había arrastrado a un sitio donde nos podrían haber visto perfectamente para interceptarla, y yo mismo me di cuenta de que estuve a dos palabras más de besarla. Cuando ella estaba cerca, todo era muy visceral, no sabía mantener las cosas a raya, simplemente me descontrolaba de una forma que no sé explicar.

Mierda si ni siquiera me había acordado de que Isa iba a venir porque la única persona que ocupaba mis pensamientos era ella. Y era su culpa. ¿Por qué tenía que venir? ¿Por qué estaba aquí después de años? Sí, sé que su padre era fan y todo eso, me daba igual. Podía haber inventado una excusa para no venir si realmente no quisiese.

— Lo solucionaré, mañana salgo con Isa y los demás después de la carrera, nos hacen un par de fotos, Lando subirá algunas a Instagram y seremos una pareja unida. Eso es todo.

— No sé si eso funcionará tan bien como crees... Pero, si tú lo dices. Por ahora te dejaré llevarlo a ti, pero en cuanto esto se desmadre, yo tomo el control. Y tienes que hacer lo que yo te diga, ¿te queda claro?

— Sí, sí... Tranquilo, todo está bien, ¿vale? Ahora salgamos, que tengo que responder a algunas preguntas de la prensa, con algo de suerte aún sé cómo llevarlos — Le respondí con una sonrisa, ahora ya con un atuendo más cómodo, aunque aún con los colores de la escudería.

Mi confianza pronto se volvió mermada cuando prácticamente todas las preguntas iban hacia mí. Todas buscaban una respuesta un poco subida de tono, que perdiera el control, que fuese grosero. Todas insinuaban algo respecto a la chica que no me podía sacar de la cabeza. Mi sonrisa, aunque falsa, a cada palabra decaía un poco más. ¿Por qué no podía ser como Max y contestarle lo que quisiera a la prensa?

— Bueno chicos, me encanta la atención pero estos chicos también merecen unas preguntas — Dije con la esperanza de que eso les calmara, pero no duró más de diez minutos, por lo que busqué rápidamente la mirada de Caco, en busca de que hiciese algo.

Gracias a Dios, consiguió que esa rueda de prensa acabase, sacándome de allí con una sonrisa socarrona.

— ¿Qué tal lo de llevar los medios, don presumido? — Me preguntó irónicamente

— En mi defensa, no me lo esperaba tan mal, son como víboras — Apunté

— Bueno... He estado investigando a la chica. Al parecer en España es muy famosa desde hace un tiempo, y muy buena en su trabajo, si me lo permites. — Mencionó — Pero lleva unos meses expandiéndose más internacionalmente, marcas de ropa la patrocinan, embajadora de maquillaje... Es toda una potencia. ¿De verdad de todas las chicas con las que has estado tuviste que elegirla a ella?

— Ya te dije que no lo pensé, su nombre... Sólo salió. — No dije nada respecto a lo que me había dicho, porque yo ya lo sabía. Aunque me encantaría negarlo, revisaba sus redes a menudo.

— Y yo ya he actuado como que me lo creo, pero los dos sabemos que no. Hay algo ahí que no quieres decir, pero tarde o temprano tendrás que hacerlo. — Sinceramente, esperaba que no, porque en cuanto le dijese que todo esto había sido porque me hirió el orgullo, estaba seguro de que me mataría con sus propias manos — Anda, ven, he organizado una cena con la familia, tenemos que aparentar unidad. Y ponte guapo, que nos van a sacar fotos.

Yo sólo le seguí, asintiendo. Él siempre encontraba la forma de sacarme de estos líos, y yo nunca estaría lo suficientemente agradecido con él.