capítulo 18

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sofía ortiz

Admito que estaba algo más animada. Mi amiga de la universidad, Lucía, la misma que me había acompañado la primera vez que estuve en Barcelona (y durante ese fin de semana fatídico dónde escogí mal con quien pasar la noche), ahora vivía aquí, y me había invitado a salir con ella y sus amigos esa noche. La verdad, no estaba para negarme, puesto que agradecería algo de alcohol y diversión, y aún encima nos había conseguido un reservado, por lo que la noche prometía.

Además, Manuel, con quien había intercambiado números el día anterior, me invitó con él al garaje de Red Bull, parar la carrera. Realmente, yo sólo le había escrito para decirle que no iba a ir, diciendo que estaba peleada con mi padre (cosa que era cierta), él sabía bien cómo podía ser mi relación con mi progenitor a veces. Así que solamente me dijo "No puedo dejar que tengas entrada y no vengas a verla, ven conmigo, ya te dije que no hay problema. Ya he avisado, así que no te puedes escaquear, te espero para que me digas lo bien que me queda el mono ;)".

Así que ahora volvía a estar de camino al paddock, con mi gorra de Red Bull y el mismo top negro que ayer, sólo que esta vez con unos vaqueros largos, puesto que hacía un poquito más de frío que ayer. Estaba emocionada, y no había nada que me pudiese joder el día, no hoy...

 Estaba emocionada, y no había nada que me pudiese joder el día, no hoy

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Tiene que ser puta coña. ¿Quién coño se cree que es? Justo aparece ahora, cuando estaba todo bien. Las aguas se habían calmado lo suficiente como para volver a sentir algo de estabilidad mental, ¿y ahora hace esto?

Acababa avivar el fuego de algo que estaba ya muerto. La gente, de cierta forma, se sentía mal por ver cosas donde había dejado claro que no las había (en su mayoría, porque ya había asumido que a partir de ahora iba a tener muchos más haters) pero Carlos decide meterse y cagarla.

Todos los comentarios ahora era sobre si mirábamos el perfil de otro, si hablábamos entre nosotros. Genial. Iba a ir personalmente a arrancarle su pequeño... No. No. Hoy estoy calmada. Hoy todo va a salir bien. Me dan igual los Sainz (menos Ana), mi padre, y todo. No me importa. Hoy es mi día.

Por eso entré al garaje de Red Bull, aunque manteniendo una distancia prudente, esperando ver a mi amigo allí, pero mientras observaba el trabajo del resto de ingenieros, fui interrumpida por alguien, un acento que ya conocía.

— No deberías estar aquí

— Un amigo mío trabaja aquí. Con Checo, me ha invitado a venir, dice que está bien — Le respondí a Max, sin mirarle aún

— ¿Con Checo? Sabes, esa es una excusa muy pobre para decir que quieres verme — Copió mi frase del día anterior, lo que me hizo sonreír

—Sí, pero no es una excusa, sé que te encantaría que viniese a verte pero no tendrás esa suerte.

— ¿Por qué? ¿Es porque no soy español? — Preguntó, y eso me hizo fruncir el ceño.

— ¿A qué te refieres?

one night stand | carlos sainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora