capítulo 33

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sofía ortiz

La verdad, me había sorprendido cuando Lucía me habló diciendo que estaría por Inglaterra para la carrera de Silverstone. Sabía que tenía algunos amigos, y puede que familia por aquí, no estoy segura. En cualquier caso, tampoco lo pensé más allá cuando la invité a quedarse conmigo en la habitación y conseguirle unos pases para el paddock.

Nos habíamos visto en Barcelona, sí, pero sabía que no iba a tener muchas oportunidades para verla ahora con mi nuevo trabajo, así que no desaproveché la ocasión para tenerla a mi lado.

Pero lo más inesperado fue encontrarnos con el dúo dinámico mientras le enseñaba todo por aquí, y aún encima, que se nos acercasen con tanta confianza. Pero lo que más me sorprendió, fue que las palabras de disgusto del británico no iban dirigidas hacia mí, por primera vez desde que le vi.

Me encantaría decir que sabía qué estaba pasando, pero realmente, no tenía ni idea. Lo que sí sabía, es que mi amiga estaba claramente incómoda, buscando la huida de alguna forma.

Era obvio que no era el momento para interrogatorios (aunque desde luego que lo habría), necesitaba salir de ahí. No dudé en meterme en medio, intentando darnos la oportunidad de escaparnos de vuelta al garaje, donde sé que no nos buscarían, pero, cómo no, el insoportable ese tenía que intervenir.

¿Alguien podría recordarme por qué me acosté con él? Vale que era guapo, tenía un pelo sedoso, unos ojos preciosos, su cuerpo... Dios, estaba muy bien. También como me trató esa noche fue increíble, teníamos una química inigualable, algo que aunque me gustaría negar, intenté buscar en estos años en otras personas y nunca lo encontré.

Pero vaya, que eso tampoco era para tanto, ¿verdad?

— No huyo, Sainz, ya te gustaría ser tan importante. Simplemente evito ver tu fea cara — Le respondí

— No decías lo mismo cuando te tuve en mi cama — Me rebatió

— ¿Cuando no se te levantó dices? — Sonreí

— Sabes perfectamente que eso no pasó — Habló entre dientes, conteniendo su ira ante la clara atención que estábamos teniendo. La gente quería ver qué pasaba entre nosotros, sabiendo bien que nuestra relación era tensa

— ¿Seguro? — Solté una pequeña risa — Bueno, eso no importa, nos vamos — Intenté llevar a la rubia de vuelta conmigo, pero en mi pequeño encuentro con el español, se había vuelto a aferrar a ella

— Lucía, por favor, yo... — Lando parecía totalmente descolocado, y por primera vez desde que le vi en persona, me dio verdadera pena. Siempre era mordaz conmigo, pero se veía tan vulnerable en esa situación, que no diría que es el mismo que me dedicaba palabras venenosas cada vez que se encontraba conmigo.

Por un momento casi estaba a punto de darle el beneficio de la duda... Casi. A estas alturas ya sabéis que soy bastante rencorosa.

— Perdonad, la conversación está siendo absolutamente genial y todo eso pero tenemos que irnos — Miré a mi alrededor, en busca de la salida fácil — Mira, ahí está el chico que te dije, vamos — La zafé del agarre nuevamente, tirando de ella hasta llegar a Pierre, quien parecía que iba camino a su propio garaje antes de que lo interceptase a medio camino

— Hey, preciosa, ya sé que tienes ganas de verme pero no hace falta correr hacia mí — Su acento francés se hizo presente

— Hubiese corrido incluso aunque fueses Hulkenberg, y eso que ni he hablado con él — Me reí

— Vaya, si no supiese que eres el amor de mi vida, me hubiese ofendido — Me guiñó el ojo, lo que me hizo negar con la cabeza — ¿Y quien es la chica? — Señaló a Lucía — Pero no te preocupes, que yo te soy fiel

one night stand | carlos sainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora