SU PRINCESA #2 (SEGUNDO LIBRO DE SU PRINCESA)

POR FAVOR YO... 2

Russell

¿Hermana?

Si bien mi padre se fue cuando aproximadamente tenía 5 años, mi madre fue arrestada después de unos meses, fui criado por mi tía que la única diferencia que tenía de mi madre era que ella era extorsiónista.

Después de irme al internado donde conocí a Damon y maximo no volví a saber de nadie que tuviera el apellido Beakman, apellido que sinceramente me daba pena portar hasta que max nos hizo formar parte del suyo.

-¿Sorprendido?- ríe sinica -Tranqui hermanito, no les haré nada malo- los 3 rugimos al recordar la pastilla que le dió a la palidita -Bueno, pequeña broma-.

-Te metiste con mi familia Cristina- digo al recordar que se metió con mi esposa e hija.

-Hay hermanito, esa pastilla mala mala no es- cada que menciona esa palabra mi estómago se cierra.

-Deja de decirme así- me paro frente a ella.

Ríe sin gracia.

-¿Por que? Les dirías a....- voltea a ver a mi esposos-.

-Esposos-.

-Lo que sea, no me importa...-.

Me le acercó amenazante.

-En tu puta vida vuelvas a dirigirte así a ellos- sigue riendo.

-¿O que?- se acerca más a mi -¿Me golpearas?-voltea a ver a mi princesa -¿Te golpean es por eso que estás con ellos?- me está empezando a colmar la paciencia.

-No, pero otra si saldrá golpeada-

Me esquiva rápidamente -¿Me estás amenazando?- se acerca peligrosamente a la palidita pero rápidamente max y Damon se le paran enfrente evitando que se acerquen a ella -Parecen sus malditos perros-

-Somos sus malditos esposos sociopata- habla max -Y a ella no le tocas ni un solo pelo- hace un puchero Cristina.

-Nunca me habías hablado así maxi- dice agarrándolo de mi sudadera.

Damon la aleja.

-salgan, denme 3 minutos- digo harto de la situación.

-No un segundo más o entraré- dice Damon viendo su reloj.

Max y Damon agarran con cuidado a la palidita y salen.

-Agh por fin se fueron....- dice Cristina sentándose en su silla -me cansé de actuar-.

-explicame loca, que no te estoy entendiendo.-

-Mucho gusto Russell soy Cristina, Cristina Beakman, hija de Aarón Beakman y Madison Lodson-.

Bueno... Mis padres me tuvieron a la corta edad de 16 años bueno al menos mi madre, mi padre tenía 28, nunca fue un secreto que no se quisieron y que solo estaban juntos por mi o bueno más bien por mi abuela materna que al yo cumplir 3 años falleció, según lo que me escuchaba de mi tía cuando me escabuia esque mi padre era un hijo de puta y se acostaba con cuánta mujer se le ponía enfrente sin contar que era un drogadicto asesino.

No me sorprende tener una hermana, lo que me carcome es el por qué está aquí y como sabe de mi, pues yo utilizo otro apellido.

-Papá me mandó por un pequeño encargo-.

-¿Que encargó?- suspira.

-Venir por ti, para que te hagas cargo de él y toda su mierda- voltea a otro lado -pero... No soy así- vuelve su vista hacia mi -Por fin té conozco hermanito- su rostro se ilumina y se acerca a abrazarme.

De verdad está loca.

La separo sin ser brusco.

-Cristina, necesito que me expliques que mierda es todo esto-

-Hace ya un mes el negocio de papá cayó duramente, tiene deudas con ciertas mafias y su salud va de mal en peor. Hace poco saliste en las noticias al salvar a un hombre muy importante y él cuando te vio no dudo en decirme que eras mi hermano, siendo sincera nunca supe que trabajaba conmigo, bueno, para mi hermano- ríe un poco- cuando se enteró que además de ser un famoso cardiólogo eras tambien parte de la gerencia del hospital no dudo en mandarme- suspira -sabemos que es para que tú saldes todas sus deudas-.

-No- me dirijo a la salida y ella me agarra del brazo.

-Yo se que no lo harás y no te vine a obligar- sus ojos me miran con brillo -yo solo... Viene a advertirte y aún que sea por solo un rato vernos de vez en cuando- sus ojos siguen iluminados.

-Cris...- ella me corta.

-Si trate así a tu familia es porque de verdad no me quiero encariñar- baja su cabeza- ver qué tienes mucho amor me hizo recordar mi lugar, pero tan solo déjame formar parte de tu vida, yo... Yo no quise tratarlos así, si por mi fuera te juro que iniciaría de nuevo, si supiera que no cargo conmigo mucha mierda- baja su cabeza lamentandose.