FELICIDAD EN EL DOLOR

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Max

Russell nos explico lo que sucedió y apresar de que nunca nos ha mentido no quita el hecho de que nos puso en peligro.

-¿Te das cuenta todo lo que ocasionaste por 30 mil pesos?- dice Damon saliendo del baño donde trae con el una pomada.

-Damon no se trata de 30 mil pesos o un carro, se trata de que traía los papeles de la casa, papeles del nuevo hospital y nuestras identificaciónes- suspira -no era el dinero-.

Damon está haciendole masaje a mi princesa mientras yo estoy almorzando y Russell está frente a nosotros.

-Creo deberíamos de darle una oportunidad- dice mi princesa adormilada -Siempre hemos Sido una familia y esto no se puede considerar error si Russell trato de defendernos- Damon sigue con sus masajes en los pies -Lo único que te pido Russel esque tomes tu distancia con Cristina, no me obligues a lanzarla del balcón- todos reímos, solo un poco el dolor en el cuerpo no me deja -Les recuerdo que una mujer embarazada es peligrosa- dice para luego acariciar su pancita.

Los 3 sonreímos ante esa hermosa vista.

-Bueno, por parte tiene razón mi princesa- la princesa se incorpora.

-Oyeme tengo toda la razón y si no quieres dormir en la bañera más vale que me la des- la princesa se vuelva a acostar y Damon se queda con los ojos abiertos.

-Mi amor si sabes que eso me excito- dice Damon acercándose a su cara.

-Mejor sigue con el masaje que siento que me van a reventar los pies- mi princesa se queja.

Seguimos un rato hablando y creo que todo había quedado en claro.

Russell y Damon se encargaron de nosotros.

Al final del día mi princesa tenía antojo de un pastel por lo que Russell salió rápidamente por él, los antojos de mi princesa gracias a Dios no son tan extraños y sirve que nos sumamos a ellos.

Mi princesa se metió a bañar gracias a qué la película que estaba viendo era de risa y se orino un poco encima.

Cómo Russel y Damon estaban ocupados opte por ir yo por las sábanas, sirve que me levanto un poco y estiró las piernas.

Al bajar escucho la voz de Russell un poco dura, esa voz que pone cuando se excita, así que fui a ver y definitivamente eran él y Damon, cuando se trata de tener sexo ellos dos son un poco más rudos.

Pero oigan estoy así por Damon así que les arruinare su fiesta, fui a la lavandería por las cobijas y una tina con un poco de agua, al llegar a la sala puse en el sillón las cobijas y me dirigí a la cocina con la tina, mientras ellos aparte de estarse besando, Russell estaba masturbando a Damon, nada que un bañito no calme.

Les lance el agua.

-PERO QUE DEMO...¡MÁXIMO!- grita Russell mientras Damon se acomoda la ropa.

-Como no vieron sus caras- apesar de mi dolor no podía evitar la risa.

-Maximo más vale que corras por qué de esta no te salvas- ¿saben que? Tenía que cambiar las cobijas.

Me retire lo más rápido que pude y al llegar a la habitación mi princesa estaba solo en ropa interior.

Y detrás de mi llegaron Damon y Russell.

-¿Está lloviendo afuera?- pregunta mi princesa viendo hacia la ventana.

Los cuerpos delante de nosotros solo fruncen en el ceño enojados hacia mi.

-Por su culpa estoy así y si no puedo unirmeles entonces no hay fiesta para nadie- dije indignado.

Russell se acerca a paso peligro y me toma del cuello -La que te espera máximo- creo que está un poco molesto.

SU PRINCESA #2 (SEGUNDO LIBRO DE SU PRINCESA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora