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Tadashi Yamaguchi

Tsukishima entró a mi estudio y me encontró mirando por la ventana, con la mente llena de preocupaciones y con una pintura sin terminar. Se acercó y me puso una mano en el hombro.

—¿Crees que enviar a Kageyama fue la mejor opción? — preguntó sentándose a mi lado.

—Nos conviene avivar nuestra relación con el Nekoma. Tener contactos en la capital puede ser muy beneficioso para nosotros. De todas formas, me preocupa, ¿sabes?

—Todo estará bien. Kageyama es un francotirador, no estará en la línea directa de fuego.

—Lo sé —respondí—, pero eso no elimina mi preocupación. De igual manera, si alguno en el Nekoma quiere pasarse de listo, Shoyo estará allí para ayudar.

—Shoyo no dejará que nada malo le pase a Kageyama. Confía en ellos.

Asentí de nuevo, intentando dejar a un lado mis dudas. —Tienes razón. Sólo espero que todo salga como planeamos.

 Sólo espero que todo salga como planeamos

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Tobio Kageyama

Llegamos con Kenma al lugar donde el Nekoma nos esperaba. El ambiente estaba lleno de una familiaridad nostálgica, aunque hacía años que no nos veíamos. Apenas pusimos un pie dentro, Lev se lanzó hacia nosotros, especialmente hacia Shoyo. Lo abrazó con tanta efusividad que lo levantó del suelo. Sentí una punzada de celos, pero la ignoré.

Kenma carraspeó, tratando de llamar la atención—Kuroo los está esperando.

Nos guió hasta una habitación más adentro, donde Kuroo nos recibió con una sonrisa.

—Kageyama, Shoyo, ¿cómo están?

—Estamos bien —respondí alzándome de hombros

—¿Y cómo van las cosas en los Ravens? —preguntó de nuevo, con cierta curiosidad—. ¿Cómo está Tsukishima?

Casi olvido que Kuroo fue el mentor de Tsukishima en la fabricación de explosivos. Cuando trabajamos con el Nekoma, ellos dos eran un duo caótico.

Shoyo respondió al escuchar mi silencio—Tsukishima está bien, más que bien. Ahora es la mano derecha del líder.

—Las cosas realmente cambian— rió Kuroo— Nunca pensé que Ukai lo pondía de mano derecha.

—Ukai falleció —dije, sintiendo una breve ola de tristeza—, y dejó el liderazgo a Yamaguchi.

—Ukai se metía en demasiados líos innecesarios, era esperable que algo malo pasara, ¿quién fue?

—La policía— respondí.

—Ahora tienen un nuevo liderazgo, las cosas deben cambiar en una pandilla para que funcione. Yamaguchi podría tener nuevas ideas para los Ravens.

—¿Eso pasó contigo también, Kuroo?— preguntó Shoyo.

Partners in crime// Tsukiyama/kagehinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora