.61.

217 28 22
                                    

61.

Tetsurō Kuroo

Me movía con sigilo entre las sombras, tratando de mantener la calma mientras preparaba los explosivos. El frío metal de los detonadores era un recordatorio constante de lo que estaba a punto de hacer.

Colocar cada carga requería precisión, y no podía permitirme ningún error.

Sabía que un solo fallo podría costarnos la vida, así que me forcé a mantenerme enfocado, aunque mis manos temblaban ligeramente con cada conexión que realizaba.

Cada explosivo fue colocado estratégicamente en las columnas principales del edificio. Sabía que si lograba destruirlas, toda la estructura se vendría abajo. Revisé cada carga minuciosamente, asegurándome de que los cables estuvieran conectados correctamente y que los detonadores estuvieran listos para activarse al primer toque del control remoto que llevaba en el bolsillo.

Todo estaba listo para convertir ese lugar en escombros.

Finalmente, cuando estuve satisfecho con mi trabajo, me dirigí al punto de encuentro donde Kenma, Lev, Taketora, e Inuoka me esperaban.

Sus rostros reflejaban la tensión del momento, pero también una osadía férrea. Sabíamos que no habría vuelta atrás una vez que todo comenzara.

—Todo está preparado. Las cargas están colocadas. Cuando estemos listos, este lugar volará en pedazos.

—¿Y Tsukishima?— preguntó Lev con una nota de preocupación en su voz.

—Espero que esté bien, pero no sé dónde está— respondí intentando mantener la calma en mi tono. No podía permitir que la incertidumbre me afectara en ese momento.

De repente, mi radio crepitó, rompiendo el silencio tenso que nos rodeaba. La voz de Yaku se escuchó clara al otro lado.

Logré interferir en la señal. Ahora podemos comunicarnos.

Kenma, siempre rápido en adaptarse, tomó la radio y cambió el canal para contactar a Tsukishima. Todos nos quedamos en silencio, esperando.

—Detonador, los explosivos ya están listos— dijo Kenma con su voz controlada, pero con una urgencia que no podía ocultar.

Entendido. Detónenlos— respondió Tsukishima al otro lado. No pude evitar sentir un nudo en el estómago al escuchar su voz.

Él sabía que estábamos en la recta final y que el tiempo era esencial.

—Salgan lo más rápido posible— le advirtió Kenma, consciente del peligro inminente.

—Eso haremos— aseguró antes de que la comunicación se cortara.

Con la radio en silencio, todos volvimos nuestra atención al control remoto que descansaba en mi mano. Sentía su peso, no solo físico, sino también el peso de la decisión que estaba a punto de tomar.

Sabía que una vez que presionara ese botón, no habría marcha atrás. Mi pulgar rozó el botón, sintiendo la rugosidad del plástico bajo mi piel.

—Prepárense— dije tomando aire profundamente mientras mis ojos se fijaban en el edificio en la distancia. Estábamos listos para salir, pero en el fondo, una parte de mí estaba esperando, rogando que Yamaguchi y Tsukishima también lograran salir a tiempo.

La presión era palpable, y el reloj en mi mente parecía moverse más lento con cada segundo que pasaba. No quería presionar el botón hasta que tuviera la certeza de que todos estarían a salvo, pero sabía que no podía esperar demasiado. El destino de todos dependía de esos segundos críticos.

Partners in crime// Tsukiyama/kagehinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora