EXTRA 1
LA CARTA PERDIDA DE SHOYO
Shoyo Hinata siempre llevaba consigo tres cosas: un arma de fuego, su celular, y un papel doblado con sumo cuidado, guardado en el bolsillo más cercano a su corazón.
A simple vista, nadie hubiera adivinado que aquel papel era más que una simple hoja arrugada, pero para Shoyo, significaba todo.
Era una carta, escrita en sus momentos más solitarios, dirigida al amor de su vida: Kageyama Tobio.
La historia de esa carta comenzó cuando Shoyo tenía tan solo trece años, una época en la que apenas entendía la magnitud de sus propios sentimientos.
Cuando llegó por primera vez con los Ravens y lo conoció, fue cuando comenzó a escribirla, con torpeza, sin saber bien qué decir ni cómo expresarse.
Sus palabras eran simples, llenas de la inocencia de un primer amor. "Me gustas", decía al principio, en una caligrafía que reflejaba su nerviosismo. Pero a medida que pasaban los años, aquellas palabras se volvieron más profundas, más sinceras, impregnadas de un amor que creció junto con él.
Shoyo no era ajeno a los peligros que lo rodeaban. Sabía que su vida estaba en constante riesgo. Su madre, una figura oscura y amenazante en su vida, no lo dejaría vivir mucho tiempo.
Desde joven, Shoyo había aceptado que sus días estaban contados, que la muerte lo esperaba a la vuelta de la esquina. Por eso, llevaba la carta consigo, con la esperanza de que, si llegaba el momento, sus palabras pudieran llegar a Kageyama.
Lo que nunca imaginó fue que su muerte no vendría a manos de su madre, sino en circunstancias mucho más trágicas y crueles.
El edificio incendiado por las explosiones donde su cuerpo quedó inerte y sin vida, atrapado entre las llamas, selló su destino de una manera que él nunca habría anticipado.
Morir fue desgarrador para él, no quería dejar a sus amigos ni a su familia. Necesitaba vivir pero sabía que no era posible.
Kenma, uno de sus más cercanos amigos, llegó al lugar demasiado tarde para salvar algo más que el cuerpo sin vida de Shoyo. Kenma ni siquiera sabía de la existencia de la carta, nadie lo sabía. Era un secreto que Shoyo había guardado con tanto celo, una confesión escrita con lágrimas y sonrisas a lo largo de los años.
Pero ahora, entre las llamas, la carta, ese pedazo de papel que contenía todas las emociones y pensamientos más íntimos, se perdía para siempre.
Nadie sabría jamás lo que había en esas líneas, lo que significaba para él haber dejado ese testimonio de su amor.Sin embargo, si alguien hubiera tenido la oportunidad de leerla, habrían encontrado palabras como estas:
"Querido Tobio,
No sé cómo empezar esta carta, o si algún día la leerás. Tal vez nunca llegue a tus manos, o tal vez sí, pero para entonces ya no estaré aquí. He pasado muchos años escribiendo y reescribiendo estas líneas, tratando de encontrar la manera correcta de decir lo que siento.
Siempre supe que la vida sería corta para nosotros, para mí. Desde el primer momento en que me di cuenta de lo que significabas para mí, supe que no tendría mucho tiempo para decírtelo. Así que escribo esto con la esperanza de que algún día, cuando ya no pueda decírtelo en persona, puedas leerlo y entender cuánto te amo.
Espero que sonrías al escuchar mi nombre, no que llores. Siempre quise que te quedaras con lo mejor de mí, con los recuerdos de nuestras risas, nuestras victorias y derrotas juntos. No quiero que llores porque todo terminó, sino que sonrías porque sucedió. Fuimos parte de algo increíble, y por eso, siempre estaré agradecido.
La vida es muy corta para amarte en una sola. Si pudiera, te amaría en cada una de ellas, en cada vida que tenga la oportunidad de vivir. Prometo buscarte en la otra vida, Tobio. Estoy seguro de que te encontraré, porque no hay destino en el mundo que pueda separarme de ti.
Gracias por todo lo que fuiste y serás para mí. Si estás leyendo esto, entonces ya no estaré contigo físicamente, pero por favor, sigue adelante. No te aferres al pasado, no te detengas por mi culpa. Yo quiero que seas feliz, que encuentres a alguien que te ame tanto como yo te amé, o incluso más, si eso es posible.
Con todo mi amor, para siempre,
Shoyo."
El papel, consumido por las llamas, dejó de existir, llevándose con él todas esas palabras que había derramado en él durante años.
Su testamento, su último deseo, se perdió en el fuego, dejando solo cenizas.
Nadie jamás conocería esos sentimientos tan profundos, nadie sabría cuánto había amado Kageyama, ni cuánto dolor había detrás de cada una de esas palabras. Lo que quedó fue solo un recuerdo, un amor truncado por el destino, pero que en el corazón de Shoyo, habría durado más allá de cualquier vida.
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Partners in crime// Tsukiyama/kagehina
Teen Fiction"Nunca nos llevarás vivos Juramos que la muerte nos separará Llamarán a nuestros crímenes una obra de arte."