21.
Tadashi Yamaguchi
Estábamos todos en la sala de computadoras, investigando sobre el incendio, cuando Yachi apareció de repente.
—¿Qué haces aquí? —le pregunté con sorpresa.
—Enciendan la computadora —dijo Yachi, con urgencia en la voz. Como si tuviera una noticia que no podía esperar.
Shoyo lo hizo y la chica lo empujó a un lado, comenzando a teclear rápidamente. En cuestión de segundos, nos mostró una noticia en la pantalla: acusaban a un millonario de estafar a personas mayores. Sonreí al ver la información.
—Tenemos un trabajo— anuncié, sintiendo la adrenalina correr por mis venas.
Shoyo abrió el armario y comenzó a sacar armas de diversos tipos. Kageyama le extendió la mano y Shoyo le lanzó el rifle de francotirador. Kageyama lo agarró con firmeza, listo para la acción.
—Me sorprende verlos tan preparados— comentó Kuroo— Hace dos años, los Ravens no eran nada.
Mientras acomodaba mis cuchillos en varias zonas de mi vestimenta, le respondí— Simplemente mejoramos.
—Me alegra saberlo.
Tsukishima sacó las llaves del auto— Voy a preparar la camioneta.
Los Ravens comenzamos a salir, pero Kenma me detuvo— Dame un arma— me pidió, mirándome a los ojos.
—Kenma, tú no eres un Raven— dije.
—Dame un arma— insistió con urgencia.
—Pídele una a Shoyo.
Vi a Kenma subir a la camioneta junto al pelirrojo. Esto iba a ser interesante, nunca me preocupé por ver a Kenma actuar, era demasiado irrelevante en su momento. Pero ahora, parecía más que preparado para algo más grande.
Me volteé hacia Kuroo—Cuidaré de Kenma.
—Más te vale traerlo entero —me advirtió.
Asentí, sabiendo la responsabilidad que cargaba sobre mis hombros. Me subí a la camioneta, preparado para lo que viniera.
Tadashi Yamaguchi
Esperamos hasta la noche en la camioneta, observando la zona de la vivienda de aquel hombre. En algún momento, Kageyama se bajó silenciosamente. Supuse que se había situado en algún edificio cercano para tener una vista mejor. Tsukishima estaba en el asiento del conductor, tamborileando con los dedos en el volante y tarareando una canción.
Yo estaba en el asiento de copiloto, observando hacia atrás. Kenma miraba por la ventana, distraído, mientras que Shoyo estaba muy concentrado en su celular, sonriendo a la pantalla y tecleando rápidamente. Me picó la curiosidad.
—¿Con quién hablas? —le pregunté.
—Con Natsu —respondió Shoyo.
—¿Cómo está ella? —pregunté, genuinamente interesado.
—Bien —dijo Shoyo—. No la he visto en semanas, pero mi tía la cuida bien.
—Me alegra escuchar eso. Luego de este trabajo, podemos llevarte para que la veas —sugerí.
El rostro de Shoyo se iluminó de inmediato.
—Gracias, Yamaguchi. De verdad, gracias.
—No hay de qué —le respondí con una sonrisa.
El ambiente en la camioneta se volvió un poco más cálido a pesar de la misión que teníamos por delante. Estábamos listos para actuar, pero no podíamos olvidar que éramos más que simples piezas en una operación; éramos una familia.
Shoyo Hinata
Kenma me miró con curiosidad—¿Quién es Natsu?
—Es mi hermana—respondí.
Frunció el ceño—¿Por qué nunca me dijiste que tenías una hermana?
Sentí un pequeño nudo en el estómago. No me gustaba exponerla, muy pocas personas sabían de ella.
—No me gusta hablar mucho de mi vida personal. Pero está a salvo, Kenma, no te preocupes.
—Shoyo, nunca hablas de tu vida personal. Me gustaría saber más de ti.
Suspiré, sabiendo que tenía razón. Era mi amigo y merecía saber más.
—Te contaré todo, pero después —le prometí.
Antes de que pudiera decir algo más, Yams intervino desde el asiento del copiloto—Es hora de actuar.
Todos en la camioneta se pusieron en alerta. El ambiente cambió inmediatamente de relajado a serio. Era el momento de concentrarse en la misión. Asentí, dejando de lado cualquier preocupación personal. Teníamos un trabajo que hacer, y necesitábamos estar al cien por cien.
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Partners in crime// Tsukiyama/kagehina
Teen Fiction"Nunca nos llevarás vivos Juramos que la muerte nos separará Llamarán a nuestros crímenes una obra de arte."