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Shoyo Hinata

Me sentía nervioso al tener que hablar con Yamaguchi. Caminamos juntos hasta la cocina, y él puso a hervir agua.

—Me haré un té, ¿quieres uno?— preguntó.

—No, muchas gracias.

Se rió y sacó una taza del mueble y un sobre.

—¿De qué querías hablar? —le pregunté sintiendo un nudo en mi garganta.

—No te hagas el imbécil — respondió, con una sonrisa en los labios—. Quiero hablar de por qué me preguntaste si estaba saliendo con Tsukishima y por qué cortaste de golpe al recibir una respuesta negativa.

Suspiré y conté lentamente hasta diez. Luego, lo miré a los ojos. Sus ojos no parecían los hostiles que usaba cuando era el Carnicero, sino que me miraban con total cariño, como un amigo.

—Estoy enamorado de Kageyama —murmuré—, y si tú estuvieras saliendo con Tsukishima, tal vez podríamos terminar con la regla de no salir con nadie de la pandilla.

Mi rostro se puso rojo al escuchar las carcajadas de Yamaguchi—No deberías ponerte tan nervioso al hablar de eso. Somos amigos, podemos hablar.

—Entonces, ¿qué puedo hacer para que Kageyama deje de gustarme?

—No hagas nada. Quédate con él. Pueden estar juntos si tan solo no afecta a los Ravens.

—Nunca dejaría que una relación tirara por la borda todo lo que hemos construido.

Asintió lentamente—Tenga cuidado, porque no sabemos qué puede pasar en el futuro.

—Lo entiendo —respondí, y lo abracé.

Sentí un alivio enorme al saber que podía hablar con Yams sobre mis sentimientos. Tal vez, solo tal vez, todo podría salir bien.

—¿Cómo te sientes con lo del incendio?— preguntó. Allí vamos, Yamaguchi lider ha vuelto.

—Estoy mejor de lo que pensaba, no me afectó tanto.

—¿Estás seguro? No me gustaría que sus traumas perjudiquen el rendimiento de los Ravens.

—Si tengo algún inconveniente, te lo haré saber.

—Me alegra oír eso.

—Me alegra oír eso

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Tadashi Yamaguchi

Estábamos todos reunidos en la sala de computadoras. Noté que Yachi estaba un poco incómoda con la presencia de tantos hombres, así que la dejé irse temprano. Kuroo estaba demasiado serio; ahora que necesitábamos investigar qué pasó, su sola presencia imponía demasiado.

—No sabemos cómo comenzó —comentó Shoyo—. Solo sentí olor a gas.

Kenma asintió—Yo no lo sentí al principio. Solo me alerté cuando Shoyo me lo dijo. Tal vez si no lo hubiera hecho, no hubiéramos salido. Luego, la cocina explotó y escuchamos los gritos.

Kuroo pasó su brazo por los hombros de Kenma—No podrían haber hecho nada más.

—Vamos a ayudar con la investigación —dije—. Pero si llegamos a algo demasiado turbio, nos echaremos hacia atrás. No queremos comprometer del todo a los Ravens.

—Lo entiendo y agradezco la ayuda —respondió Kuroo.

—Fue muy extraña esa fuga de gas, pero puede pasar— intervino Lev, al parecer era el experto en incendios— Sin embargo, con el gas es la forma más favorable para expandir el fuego. Con tan solo una llama, todo explota.

—Quizás Nobuyuki y Fukunaga quisieron cocinar algo, encendieron la llama de la cocina y bueno, ya saben el resto —sugirió Kageyama.

Kenma se dio media vuelta y salió de la sala. Kuroo le pidió a Lev que fuera a buscarlo.

—Me comuniqué con Taketora y resulta que está en el hospital también. El edificio en el que estaba explotó —dijo Kuroo.

Taketora... —murmuró Tsukki, sorprendido.

—No lo conocían porque llegó hace un año al equipo, luego llegó Shibayama y luego Lev —explicó Kuroo.

Tsukki me lanzó una mirada que no comprendí.

—No puede ser coincidencia que justo sucedan estas dos cosas a miembros del Nekoma —prosiguió Kuroo.

—¿Dónde fue la explosión? —preguntó Tsukki.

De repente, entendí y mi mundo casi se cae a pedazos. El miedo comenzó a crecer por mi cuerpo y sentí arcadas.

—Fue aquí —dijo Kuroo.

—¿En qué sitio específico y qué hacía en la zona de los Ravens?— pregunté.

—Fue a visitar a su hermana. Era un edificio cercano a una plaza, ¿por qué tantas preguntas? ¿Saben algo? —respondió Kuroo.

Abrí los ojos con sorpresa—No fue nada relacionado con el fuego. Créeme.

—¿Por qué? —preguntó, dirigiendo su mirada a mi mejor amigo.

—La explosión fue nuestra. No sabíamos que Taketora estaba allí —admitió Tsukki.

—¿Por qué carajos volaron un edificio? —preguntó Kuroo, visiblemente alterado.

—Yamaguchi quería hacerle entender a un policía que no podía meterse con los Ravens —dijo Tsukishima, con simpleza.

Kuroo comenzó a reírse, sorprendiendo a todos en la sala—No esperaba esa actitud de Yamaguchi. Me sorprende.

Me sonrojé—Ese policía me sacó de quicio.

—Le tiró encima el edificio a varios policías —murmuró Tsukki.

Kageyama soltó una exclamación de sorpresa y me miró estupefacto.

—No fue nada, tan solo un susto —dije, alzándome de hombros.

—Algunos terminaron muertos —agregó Tsukki.

—¡Cállate, Tsukishima!— exclamé y lo señalé con el dedo, pareció asustarse y guardó silencio.

—¿Por qué hiciste todo eso cuando Kageyama y yo no estábamos presentes? —exclamó Shoyo.

—Fue un impulso —respondí.

Kageyama se acercó a mí y colocó ambas manos sobre mis hombros, mirándome a los ojos con preocupación—¿Por qué lo hiciste, si no me tenías a mí para cuidarte la espalda?

Le sonreí—Me las pude arreglar sin mi fantasma. Estoy bien.

—No lo vuelvas a hacer. No quiero perderte...

—No me perderán, no dejaría que vuelvan a quedarse sin líder.

—Debemos seguir investigando —intervino Kuroo, regresándonos al presente.

Partners in crime// Tsukiyama/kagehinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora