Finalmente, estaba reunido con las otras pandillas, discutiendo con los líderes, Kuroo y Kita, sobre cómo proceder. Deliberábamos en voz baja, para que los demás no escucharan.
—Necesitamos asegurarnos de que nadie más se escape— dijo Kuroo, cruzado de brazos— No podemos permitir más sorpresas.
—De acuerdo— respondió Kita— Pero debemos ser cuidadosos. No sabemos cuántos más podrían estar involucrados.
Estábamos en medio de la discusión cuando Bokuto llamó la atención de todos, mostrando su celular.
Había una llamada entrante de Keiji.
—Yaku, comienza a rastrear la llamada— ordenó Kuroo en voz alta para que el hacker le oyera..
—Bokuto, contesta como si no supieras nada. Actúa como si todo estuviera bien— añadió Kita.
Bokuto suspiró y atendió la llamada, poniéndola en altavoz. La voz de Keiji sonó al otro lado, pareciendo aliviado.
—Kou, ¿cómo están las cosas por ahí?
—Todo bien, ¿ya vas a volver?— respondió Bokuto tratando de sonar despreocupado.
—En unas horas creo que estaré por ahí— guardó un breve silencio— ¿Todos están dentro de la casa?
—¿Por qué no lo estarían?
—Porque el rehén desapareció junto a Kageyama y deberían estar buscándolos.
—¿Cómo lo sabes si te fuiste antes de que eso sucediera?
—Tú mismo me lo dijiste, Kou
—No lo hice, no hablamos desde que saliste.
—Que distraído que soy— soltó una risa— Supongo que me confundí, en realidad fue Kuroo quien me lo comentó.
Bokuto desvió su mirada hacia Kuroo, quien negó con la cabeza.
—¿Para qué querías saber si todos estaban dentro?— preguntó Bokuto tratando de sacar más información.
—Por curiosidad, nada más. Pero no respondiste a mi pregunta, ¿están todos en la casa?
—No, no han vuelto aún— mintió.
—Está bien. Oye, necesito pedirte un favor.
—Lo que sea, confío en ti.
—Quiero reunirme contigo. Necesito tu ayuda con algo para convencer a Kamomedai. Lleva a Yamaguchi contigo, solo ustedes dos.
—¿Por qué nosotros?
—Porque solo confío en ustedes para hacer lo que necesito. Los espero— colgó.
Solté el aire que tenía contenido, tratando de asimilar la situación.
—He rastreado la llamada— dijo Yaku.
—No importa— respondió Bokuto— De todas formas, Keiji me envió la ubicación.
—¿Qué haremos?— preguntó Kita.
—Le seguiremos el juego. Necesitamos descubrir lo máximo posible— dije intentando mantener la calma.
—No lo hagas— me pidió Tsukki con su preocupación evidente.
—Es necesario— insistí— Si queremos respuestas, debemos hacerlo.
—Estoy contigo, Tadashi— murmuró Bokuto con firmeza— Te seguiré a donde sea.
Me preparé mentalmente para lo que venía. Sabía que el riesgo era grande, pero también que era nuestra mejor oportunidad para descubrir la verdad y poner fin a esta traición.
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Autora:
Otro capítulo cortito para darles algo para entretenerse JAJAJA.
