13.
Daichi Sawamura
Estaba reuniendo a un equipo para capturar a quien fuera que tomara el dinero. La estrategia era arriesgada, pero sentía que estábamos cerca. Utilicé un número falso para comunicarme con el artista, haciéndome pasar por el dueño de una galería interesado en comprar una de sus obras. Sabía que esto lo atraería.
El plan funcionó. Recibí un mensaje con una ubicación específica, indicándome que me esperaban allí. Sonreí, sabiendo que habíamos avanzado un paso más cerca de los Ravens.
¿Qué tan estíupido es este chico como para caer tan fácil?
—Suga, lo tengo todo resuelto —le dije, entrando en su oficina. Él levantó la vista, su rostro se veía preocupado.
—¿Cuál es el plan?
—Me haré pasar por el dueño de una galería y nos reuniremos en la ubicación que me dieron. Pronto, un Raven caerá.
—Ten cuidado, Daichi. No sabemos con qué nos estamos enfrentando exactamente. Ni con quien.
—Confía en mí. Todo saldrá bien —le aseguré.
Con el equipo listo y los detalles afinados, me dirigí hacia el lugar de la cita, determinado a atrapar a quien estuviera detrás de estas operaciones. Sabía que esta podía ser nuestra oportunidad para dar un golpe significativo a los Ravens.
Tadashi Yamaguchi
Observé al presunto oficial de policía, Sawamura Daichi, sentado en el banco de encuentro. Me coloqué mejor la capucha, ajusté la tela que cubría la mitad de mi rostro y caminé lentamente hacia él, para que tan solo se vean mis ojos.
Me senté a su lado sin mirarlo directamente.
—Buenas tardes —me saludó.
—Apúrate —le dije, fingiendo impaciencia—. Quiero deshacerme de esa obra cuanto antes.
—¿Por qué tanta prisa? ¿Es por el espacio en su estudio o por un cargo de conciencia?
Le lancé una mirada de advertencia— ¿A qué te refieres?
—Muéstrame tu rostro, quiero saber con quién hago negociaciones.
Giré un poco hacia él, pero con la capucha y la tela, mi identidad seguía oculta. Daichi parecía decepcionado.
—Oficial— murmuré.
—Raven —respondió con firmeza.
—¿Por qué estás aquí
—Estoy investigándolos. Sé que eres un Raven, pero aún no sé quién eres.
Sonreí bajo la tela que cubría mi boca—¿Conoce al carnicero?
Sus ojos se abrieron con sorpresa y me dió un vistazo rápido, tal vez buscando algún arma blanca en mi posesión.
—Voy a detener todos sus crímenes.
—No son crímenes. Son obras de arte— me eché hacia atrás en el banco.
—Son delitos contra la ley. Están mal. Han llegado a un punto sin retorno, asesinato a sangre fría.
—Cada uno de los cuerpos a manos de un Raven tiene un significado.
—¿Qué te sucedió para pensar que las cosas se resuelven con el ojo por ojo?
—Pasé por lo suficiente para saber que la justicia se debe tomar por mano propia. Nadie hará nada para ayudarme, pero tengo a mi equipo que me respalda.
Sacó su arma y me apuntó—Estás arrestado.
Señalé hacia uno de los edificios cercanos. Daichi mostró una mueca de terror.
—Eres muy predecible—me reí— Sé que casi todo tu equipo está esperando órdenes cerca de ese edificio.
Daichi intentó negarlo, pero hice un movimiento de mano y el edificio explotó. Se escucharon gritos y me levanté rápidamente. Daichi me agarró de la muñeca.
—Tengo un francotirador apuntándote a la cabeza. Deberías ir a ayudar a los demás oficiales. Muchos pueden estar muertos —mentí, aunque con suficiente convicción.
Daichi parecía debatirse, pero finalmente me soltó. En ese momento, apareció una motocicleta y me subí.
—Nos veremos pronto, oficial —le dije, despidiéndome con un saludo militar antes de alejarme.
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Partners in crime// Tsukiyama/kagehina
Teen Fiction"Nunca nos llevarás vivos Juramos que la muerte nos separará Llamarán a nuestros crímenes una obra de arte."