09. Torneo de Culos.

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Pocas veces estuve dentro del dormitorio de Pilar, y sin dudas ésta es la más difícil de todas. No sé para dónde mirar. Tres de mis cuatro hermanas están aquí dentro conmigo y Pilar es la única que mantiene toda su ropa puesta. Estefanía luce una diminuta tanga que, según pude observar, se le está metiendo entre los labios de la concha, aunque al parecer ella no lo notó. Con Macarena es aún peor, además de usar una pequeña tanga, ella está desnuda de la cintura para arriba y mis ojos se cruzan a cada rato con esos pezones que me apuntan directamente.

―¿Para qué las hiciste venir? ―Preguntó Pilar.

―Em... ah, sí... sí ―reaccioné, volviendo a la realidad―. ¿Vos considerás que ellas tienen lindo culo?

Estefanía y Macarena sonrieron, les hice señas para que se dieran la vuelta, así apuntaban su retaguardia hacia Pilar. Yo las veía de frente, pero eso no hacía más fácil la situación, especialmente por las tetas de Maca.

―Sí, las dos tienen culos muy lindos, siempre lo dije.

―Bien... ¿y vos pensás que el tuyo no se puede comparar con el de ellas?

Pilar se puso roja como un tomate.

―No, para nada.

―¿Pero qué decís, Pilar? ―dijo Macarena―. Si vos no tenés nada que envidiarnos a nosotras.

―Tenés unas nalgas preciosas ―acotó Estefanía―. Lo sé por las veces que te vi con pantalón ajustado.

―No se suponía que me quedaran ajustados... a mí no me gusta usar ropa ajustada.

―No sé por qué ―dijo Tefi―, si te queda preciosa.

―Pilar, si tenés dudas ¿por qué no comparás tu cola con la de ellas? ―Sugerí.

―Esa me parece una excelente idea ―dijo Maca, con una gran sonrisa―. Sacate el pantalón y comparemos. Vas a ver que tenemos razón.

―Bueno, las dejo solas ―dije, dándome media vuelta.

―Vos te quedás acá ―Macarena me agarró del hombro, impidiéndome salir. Después miró a Pilar―. ¿Te da vergüenza mostrar el culo frente a tu hermano?

―La verdad que sí ―respondió―. Podemos hacer la comparación, pero preferiría que él salga.

―¿Y quién va a ser el juez? ―Preguntó Maca―. Necesitamos una opinión imparcial.

―¿Imparcial? ―dijo Tefi con incredulidad―. Es obvio que te va a elegir a vos, Maca. Sos su nueva favorita.

―Además le estás mostrando las tetas ―añadió Pilar―. Eso es hacer trampa.

―Ah, veo que se están tomando esto en serio ―dijo Macarena, soltando una risita―. No vamos a decidir quién tiene las mejores tetas; porque es obvio que ganaría Gisela.

―Ella ni siquiera está participando ―dijo Tefi―. Pero con las tetas no le podría ganar nunca a Pilar ―se agarró sus pechos y los apretó.

Si pusiera a mis hermanas de menor a mayor, en cuanto a tamaño de tetas se refiere, primero iría Macarena, porque las tiene bastante pequeñas, luego seguiría Estefanía, después Pilar y por último Gisela, con sus enormes y redondas tetas. Pero en cuanto a culos... creo que eso es más difícil de decidir. Las cuatro tienen retaguardias más que llamativas. Estoy seguro de que las heredaron de mi mamá. Más de una vez tuve que atravesar por la vergonzosa experiencia de sorprender a uno de mis amigos embobado, mirando el culo de mi mamá. Puedo tolerar que miren a alguna de mis hermanas, especialmente a Tefi, porque tiene una edad similar a la de mis amigos. ¿Pero mi mamá? Literalmente ella tiene edad para ser la madre de ellos. Yo no ando mirándole el culo a las madres de mis amigos, me parece una falta de respeto.

Aislado Entre MujeresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora