24. Madre Fotógrafa.

987 24 1
                                    

El cuarto de Estefanía se puede cerrar desde adentro, antes de dar inicio a la sesión de fotos, mi mamá se aseguró de que nadie pudiera interrumpirnos... y mejor así, no me agradaría tener que dar explicaciones a las otras mujeres de la casa si llegaban a sorprendernos en alguna pose extraña... con mi mamá de fotógrafa.

A pesar de que Tefi también sonó muy convencida cuando le pidió a nuestra madre participar, ahora se la veía nerviosa. Se concentró en acomodar las sábanas de su cama, y ordenar algunas cosas que había tiradas por ahí... incluyendo el envoltorio de chocolate que la ponía en evidencia. Sin embargo ya no tenía ganas de que mi madre la asesinara por haberle robado sus chocolates.

―Estas son algunas de las fotos que vendo ―le dijo Tefi a Alicia, ambas estaban sentadas al borde de la cama.

Mi hermana completamente desnuda y mi mamá solo con una pequeña tanga. Yo aún tenía la verga dura. Me arrodillé detrás de ellas para poder ver la pantalla del celular.

―Son bastante... explícitas ―dijo mi madre al ver una foto de Tefi sonriendo frente al espejo con las piernas bien abiertas. Su concha se podía ver perfectamente.

―Bueno, es que... mientras más explícitas, más me pagan.

―Tiene sentido...

―Mamá, sé que te molesta que yo venda fotos porno, lo sé... aunque te esfuerces por aparentar, sé que por dentro esto te carcome. Pero... apesar de que no es mi trabajo soñado, a mí me está gustando todo esto, porque me hace sentir útil. Ahora puedo decir: "Genial, Tefi, una en la vida que te sale bien... y lo hiciste vos solita".

―Sola, no... yo también ayudé ―aclaré.

―Sí, es cierto; pero me refiero a que no tengo un jefe a quien responder. Esto me hace sentir libre... y estoy segura de que con el tiempo me voy a acostumbrar.

―Dudo mucho que yo pueda acostumbrarme a que mi hija exponga su cuerpo para conseguir dinero...

―¡Mamá! ―Se quejó Tefi.

―Sin embargo ―continuó Alicia―, prefiero que esa exposición sea con imágenes, y no física.

―Ay, no... quedate tranquila, mamá, que nunca voy a ser prostituta. Ni siquiera se me cruzó por la cabeza. Esto de las fotos tiene sus ventajas. Solo son imágenes y muchas de las personas que las compran ni siquiera saben quién soy. Además, el esfuerzo que lleva hacer cada set de fotos se ve bien recompensado, porque esas mismas fotos se las puedo vender a mucha gente.

―Entiendo... y por eso tienen que ser buenas... y explícitas.

―Así es. Y ahora mismo ando necesitando de nuevas fotos.

―Te prometí que te iba a ayudar con eso, y lo voy a hacer... aunque me cueste. ¿Y de qué forma te ayudó Nahuel?

―Em... así ―Tefi puso en pantalla una foto en la que ella estaba de rodillas delante de mí, con mi verga metida en la boca. Miraba a la cámara con ojos de gata sensual―. Y antes de que armes un escándalo, dejame decirte que no pasó nada... fue solo un montaje... no se la chupé ni nada. ―La cara de mi madre empezó a adoptar distintas expresiones que no supe cómo interpretar, lo único que puedo decir es que no le agradó ver esa imagen―. La idea es aparentar que se la estoy chupando, pero sin hacerlo. ¿Me explico?

―Sí ―dijo mi mamá, como si fuera un ente sin alma, su mirada parecía atravesar la pantalla―. No puedo decir que la idea me agrade, pero... entiendo que Nahuel es la única opción.

―Y una buena opción ―aseguró Tefi, con una sonrisa tímida―. A la gente le gustó que posara con un tipo tan bien dotado.

―Bueno, me imagino que sí ―esta vez mi madre también sonrió―. Sos una chica muy linda y yo no soy tan ingenua, entiendo que a tus compradores les debe dar mucho morbo verte con una verga así de grande.

Aislado Entre MujeresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora