solo en sueños

II

Tatiana

Hay Belén, me haces mucha falta, no tienes idea de cómo extraño tus consejos locos.

Hace poco conocí ha alguien, me dió un sentimiento de nostalgia, alguna vez te hablé de ellos.

Me levanté del suelo y mire su lapida, aunque me había acostumbrado ha venir y hablarle eso no quitaba que la extrañará, ella fue muy especial para mí, poco después de su muerte, su mamá la exhumó y enterró sus restos aquí donde se había mudado hace un par de años, cada cumpleaños suyo todo nuestro grupo de amigos veníamos a verle y compartir, fue uno de los motivos por los cuales me mudé, era más cómodo, y más barato.

Me levanté y camine hacia la salida, no sin antes despedirme, tenia pensado venir por lo menos 2 veces a la semana, y cada domingo, total aquí no tengo a casi nadie, hasta que mi mejor amigo se mudé conmigo pero aún falta.

Vi en la tumba de Carlos a la familia Parra, Lillian estaba ahí, pero no quería molestar, ella me había empezado a seguir en su nuevo instagram, era privado donde tenía muchas cosas de su bebé hermoso, y recuerdos.

Me había invitado a desayunar, pero me dió vergüenza aceptar y le dije que luego sería, ha pasado 1 semana de lo que pasó en el parque.

Cuando llegue casi no había nadie era domingo y eran las 6 am, lo sé estoy loca, pero el insomnio no me deja dormir desde hace un par de años, y cuando logro dormir, sueño con el, y tengo una sensación de vacío, no me hace mucha gracia sentirme así, así que a veces tomo pastillas para doparme y no despertar hasta el día siguiente.

Cuando iba llegando al final justo llendo mi auto, Lillian me gritó y me gire ahí venía ella.

- hola - me dijo sonriendo y le correspondí el beso en la mejilla - no sabía que tenías ha alguien aquí.

- bueno no hemos hablado mucho - dije apenada - pero si - le sonreí.

- disculpa si fui indiscreta - negué - quieres venir a una carne asada en casa de mi suegra - me sonrio, su mirada era otra a la que había visto en sus videos, era triste y entendía el porque, pero aún así seguia siendo hermosa.

- no quisiera molestar a tu familia - le dije con algo de vergüenza, haber siempre había querido conocerlos, en especial a César, pero.... No sé cómo que me arrepentí, suelo ser imprudente al hablar.

- no te preocupes, les conté lo del parque y me dijeron que había que agradecerte lo - me puse roja - tranquila - se rió - te gusta alguno de los plebes - me quedé en shock - ¿te gustaba Carlos? - negué rápido.

- no, haber el era muy lindo, a quien no le gustaría tener un novio Haci - ella me sonrió - pero.... - me acaricio el brazo.

- no me tienes que contar ahora, tal vez luego, pero entonces ve hoy, te paso la dirección, ok - asentí sin decir más, y me fui a mi auto.

•••

César

Carnal porque es tan complicado volver a ser el de antes, hoy como muchos domingos, estamos visitando te , en un momento ví a Lillian gritar el nombre de alguien, y volví a la realidad.

Gire mi cabeza para mirar que se levantó llendo hasta ella, duro solo un ratito, pero me sorprendió, Lillian no dejaba entrar a nadie nuevo a su vida tan facil, y después de lo que me contó de Fernanda, estoy emputado.

Ya la mandé alv, esa morra no me importa, pero estuvo ahí cuando quise desahogarme muchas veces, pero no es mas importante que mi sobrino.

- que te dijo mija - le dijo mi apa, de que hablaban, ¿La conocen?

- dijo que si, le insistí, y acepto - sonrió sentándose al lado de luna.

- ¿de quien hablan? - los mire serios.

- a mira, si tiene lengua el cesar - dijo mi ama

- es la chica que le ayudo a Lillian con Dylan en el parque - dijo mi hermanita, que ya es toda una señorita de 16años.

- ahhh, igual no hay que confiar en cualquiera - dije cortante.

- tu con lo mismo morro - dijo Cristhian detrás de mi.

- déjame tranquilo, solo cuido a mi sobrino - tomé de mi cerveza.

Ahí pasamos unas horas más, para luego ir a preparar todo lo de la carne.

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¿Destino o casualidad?

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