solo en sueños

XXXXIII

Tatiana

Estaba muy feliz de salir con mi amigo, es... Increíble, definitivamente me hacía falta salir con el.

Me alegra que todos podamos convivir, por suerte no vino cesar, si lo echo de menos a ratos, pero me acuerdo de lo que hace y enoja.

- gracias por dejarme venir con ustedes - me sonrió luna - Valéry decía que yo era una niña para todos los planes - puso los ojos en blanco.

- no es nada preciosa, sabes que me caes muy bien, siempre has sido linda conmigo, además así conoces un poco de este hermoso paisa - le sonreí y luego la abrace por los hombros.

- bueno yo creo que primero vamos a conocer la plaza de aquí, es preciosa y podemos tomar alguito - dijo mi negra hermosa, el carisma que tiene esta mujer junto a su personalidad es increíble.

Estábamos caminando por las calles de Cali, disfrutando del clima fresco después de una ligera llovizna. El cielo estaba despejado ahora, y todo se sentía un poco más ligero, al menos por unas horas. Me sentía bien de estar con ellos, aunque en el fondo seguía pensando en César. Decidí no invitarlo, creo que ambos necesitábamos un respiro.

- ¿Y ahora qué, mami? ¿Vamos a comer o qué? - preguntó Kelly, sonriendo mientras se acomodaba la gorra. Había algo en su forma de hablar que siempre me hacía sentir en casa, como si no importara lo lejos que estuviera de Bucaramanga.

- Yo voto por comer, pero tiene que ser algo bien colombiano, ¿sí o qué? - intervino Juanklever, abrazando a Kelly por los hombros. Él siempre tenía esa mezcla de acentos que le daba un toque especial a las conversaciones.

- A ver, a ver, ¡yo quiero probar esos chontaduros que me dijeron que son buenísimos! - dijo Luna, con esa energía inagotable de hermana menor. Me encantaba verla tan contenta, como si de verdad se hubiera desconectado de todo.

- ¡Chontaduros! No manches, nunca he probado eso - dijo Cristhian, que caminaba de la mano con Vanessa. Él siempre tenía una sonrisa en la cara, aunque sabía que le costaba a veces con todo lo que pasaba con César. Me dio un poco de nostalgia pensar en la última vez que estábamos todos juntos sin tanto drama.

- Son una delicia - le aseguré -  Con sal y miel, tienes que probarlos, además te conviene - le giñe un ojo y reí hacia Vanessa.

- Sí, sí, ¡Tatiana sabe de lo que habla! - apoyó Zaith, levantando el pulgar mientras hacía poses graciosas para las fotos que estábamos tomando. Había algo en él que siempre lograba sacarme una sonrisa, incluso en los peores días.

Kelly ya estaba sacando su celular para grabar un video y registrar el momento. Todos posamos mientras ella grababa, pero Vanessa y Cristhian se robaron el show con sus risas y ocurrencias.

- ¡Ay, posen bonito para el Insta! - dijo luna - A ver, Cristhian y Vanessa, échense una sonrisita más cute.

- ¿Cómo que más cute? - se quejó Cristhian entre risas - ¡Así somos de guapos de natural!

Vanessa lo empujó suavemente, divertida.

- Es para que luego no me anden diciendo que no hay fotos chidas, ¡aguanta tantito! - contesto la pequeña parra.

Luna no paraba de reírse. La relación que tenía con sus hermanos era increíble, y verlos en esos momentos ligeros me hacía pensar en lo mucho que yo también los valoraba. Sabía que no era fácil para ninguno de ellos.

- ¡Aquí es! - exclamó Kelly, señalando un puesto de comida en la esquina.

Nos acercamos todos, y el olor a empanadas, chontaduros y todo tipo de fritos nos envolvió. Los colores vibrantes de Cali, los sonidos de la gente conversando, el bullicio de la ciudad... todo contribuía a ese ambiente que me hacía sentir un poco más libre, aunque solo fuera por un rato.