📚Capítulo 28📚

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EMMA

¿Qué más podía pasar? Me subí encima de Liam, colocando su pene en mi entrada. Liam tomó mi cintura y me bajó de golpe por su pene.

—"Maldición".

Lo miré y él me sonrió. —"Lo siento, solo estaba ayudando".

—"Sí, claro".

Comencé a moverme lentamente; subiendo el ritmo, puse mi cabeza en el cuello de Liam, gimiendo en su oído.

—"Nena, levanta la cabeza y mírame". — Hice lo que dijo y me encontré con sus ojos llenos de deseo. — "Eso, mira los ojos del hombre que está follando".

Él agarró mi trasero con sus dos manos y empezó a moverme más rápido, haciendo que, cuando bajara, entrara de golpe.

—"Maldición, Liam".

—"Para ti soy el Sr. Parker".

Él quitó su mano de mi trasero, pero luego la dejó caer de golpe sobre él, haciendo que el sonido de su mano golpeando mi trasero se escuchara por el curso.

—"Está loco".

Él me sonrió. —"No te preocupes, si alguien entra, le daremos un show".

Empezó a mover su mano en mi trasero de nuevo, moviéndome más rápido.

—"Oh Dios, Parker, se siente bien".

—"Joder, nena".

Agarró mi trasero con fuerza y me subió, haciendo que su pene saliera de mí. Se levantó conmigo entre sus brazos y me colocó despacio en el suelo.

—"Volteaste, y sube uno de tus hermosos pies en la silla".

Hice lo que me dijo y él se colocó detrás de mí. Sentí su pene tocar mi entrada cuando entró de golpe, haciendo que prácticamente me fuera hacia adelante.

Agarró mi cabello y comenzó a penetrarme sin piedad. Luego sentí como su otra mano chocó con mi trasero fuerte.

—"Tienes un trasero hermoso, espero follártelo pronto".

Aceleró el ritmo y escuché cómo la silla empezaba a sonar, no de una forma buena.

—"Creo que se va a romper".

Pero él ni siquiera estaba escuchándome. Llevó una de sus manos a mi clítoris y siguió dándome sin compasión.

Volví a escuchar el sonido de la silla romperse. Esperé caerme al suelo, pero en lugar de eso, Liam sacó su pene de nuevo de mí y me giró hacia él.

Me levantó de la cintura y me bajó por su pene esta vez despacio. Entonces, cuando entró, chocó mi espalda con la pared.

Lo miré. —"Acabamos de romper una silla".

Él me sonrió. —"¿Quieres que rompamos el escritorio también?".

De verdad que este hombre no era nada como la primera vez que lo conocí.

—"Se supone que me tienes que dar el ejemplo a mí".

—"Te lo estoy dando, te estoy follando, ¿qué mejor ejemplo que eso?"

Seduciendo A Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora