EMMA
Llegamos al restaurante. Liam había pedido una mesa alejada de la multitud. Cuando nos sentamos, pidió un vino.
—"¿Qué desean?"
—"Quiero una pasta de camarones".
Liam me mira. —"Tráigame lo mismo a mí".
Cuando la mesera se retiró, Liam colocó su silla cerca de la mía y luego sentí su mano en mi muslo.
—"Te dije que me gusta ese vestido".
—"Gracias".
—"Dígame, Srta. Ramírez, aparte de estudiar, ¿qué más hace?"
—"Ayudo a personas que no entienden una materia".
—"Así que prácticamente eres una profesora online".
—"No lo había pensado así, pero sí".
Sentí su mano subir más por mi muslo; luego sentí cómo se inclinó más hacia mi oído.
—"¿Algunas vez te han hecho venir en un restaurante?"
—"No".
—"Vamos a mejorar eso".
Sentí su mano subir hasta tocar mis bragas, luego la echó a un lado antes de sentir cómo sus dedos despegaban mis labios y comenzaban a moverse por mi clítoris.
—"Maldición".
—"Srta. Ramírez, haga silencio si no quiere que todo en el restaurante sepa que la estoy follando con mi mano".
Cuando creí que era suficiente, él abrió más mis piernas y comenzó a mover más sus dedos sobre mi clítoris; luego bajó y entró dos dedos dentro de mí.
Tuve que morderme el labio fuertemente para no gritar. Empezó a follarme con sus dedos antes de que otro dedo comenzara a hacer círculos alrededor de mi clítoris.
—"Vamos, nena, sé una chica buena y vente para mí".
Empezó a acelerar el ritmo de sus dedos y, cuando vine a reaccionar, ya mi orgasmo estaba llegando. Cerré los ojos y me mordí el labio esperando que mi orgasmo se disolviera.
Cuando llegué, abrí los ojos y Liam retiró sus dedos de mí; luego se los llevó a la boca.
—"Mejor que cualquier comida".
Entonces agarró mi cabello y me besó, haciendo que probara mi sabor en su boca. Estábamos entre besos cuando escuché una tos; me despegué para ver a la mesera con nuestros platos.
—"Perdón por interrumpir, pero aquí están sus cenas".
Colocó el plato mío y luego el de Liam. Empezamos a cenar. Liam miraba cada uno de mis movimientos. Cuando la cena terminó, él se acercó a mí.
—"Te iba a decir que si quería postre, pero qué mejor postre que mi pene y esa hermosura que tienes entre las piernas".
—"De verdad que no puedo contigo".
Él llamó a la mesera antes de pedirle la cuenta y luego se inclinó hacia mi oído.
—"Vamos a ver si de verdad no puedes conmigo".
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Seduciendo A Mi Profesor
RomanceEmma Ramírez Él es todo un estricto difícil, pero cuando una apuesta me pone la condición de llevarme al nuevo profesor a la cama empieza a verse muy bien, creo que un poco de mi seducción y derretiré ese muro de hielo que tiene. Liam Parker. Ella...