EMMA
Después de quitarle la duda a Liam, empezamos a comer el pescado.
—"Y bien, ¿qué tal está?"
Le pregunto con la respiración atorada.
—"Está bien".
—"¿Solo bien?"
—"Claro, no puedo decir que está riquísimo, porque no estoy dentro de ti".
Está feliz porque volvió a ser el mismo Liam.
—"Bueno, no puedo discutir cuando tienes razón".
Terminamos de comer, fuimos hacia el mueble y me acosté en la pierna de Liam.
—"¿Dónde está tu baño?"
—"Mi habitación es esa que está ahí y dentro hay un baño".
—"Vamos, acompáñame, dijiste que te bañarías conmigo".
Caminamos hasta mi habitación. Cuando entramos, Liam mira mi habitación.
—"Es igual a ti, organizada, linda y huele a ti".
—"Oh, ¿y cómo huelo?"
—"A fruto prohibido que, cuando por fin se puede comer, se vuelve una adicción".
—"Le han dicho que si no le gusta ser profesor, se puede dedicar a la poesía".
—"Estamos perdiendo tiempo aquí, ¿dónde está el baño? Ya quiero estar dentro de ti".
—"Solo íbamos a bañarnos".
—"Claro, pero primero tenemos que ensuciarnos".
Rápidamente se acercó a mí y me besó; en un fracción de segundo estábamos luchando por ver quién se quitaba la ropa primero.
Entramos al baño casi completamente desnudos. Liam se despegó de mí.
Nos quitamos el resto de la ropa y entramos a la ducha. En un segundo, Liam abrió la llave del agua y esta empezó a caer.
Se despegó de mí y me miró con una sonrisa perversa.
—"Trae tu vibrador".
—"¿El qué?".
—"El vibrador que tienes".
—"¿Qué te hace pensar que tengo uno?".
—"Oh, Srta. Ramírez, puedo imaginármela ahora con él entre sus piernas, rogando que fuera yo".
Prácticamente tuve que cerrar mis piernas ante sus palabras.
—"Bien, pero que lo tenga no significa que piense en ti".
—"Podemos arreglar eso".
Antes de saber qué estaba haciendo, él me pegó a la pared y metió su mano en mi centro.
—"Nena, estás mojada y estoy seguro de que no es el agua".
—"Por Dios, Liam".
—"Ahora sé una buena chica y busca ese vibrador para mí".
Fui rápidamente a mi habitación, busqué mi vibrador en la mesita de noche y luego fui rápidamente al baño.
Liam me vio con el vibrador en la mano y sonrió.
Extendió su mano hacia mí.—"Dámelo".
Le pasé el vibrador y él lo miró.—"Me gusta el color que tienes; es un morado tan indefenso, pero en unos minutos será todo menos indefenso".
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Seduciendo A Mi Profesor
RomanceEmma Ramírez Él es todo un estricto difícil, pero cuando una apuesta me pone la condición de llevarme al nuevo profesor a la cama empieza a verse muy bien, creo que un poco de mi seducción y derretiré ese muro de hielo que tiene. Liam Parker. Ella...