📚Capítulo 38📚

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EMMA

Salí de la oficina de Liam con el vibrador dentro de mí. No tengo idea de por qué demonios acepté esto, pero no podía negar que me gustaba.

Fui al curso que me tocaba; Sara, como siempre, estaba a mi lado.

La clase empezó bastante bien; por el resto de ella, me olvidé del aparato. Gracias a Dios, Liam no lo había activado.

Cuando la clase concluyó, nos quedamos en el aula para esperar a Liam. Cuando él entró, miró al curso entero; luego, su mirada se dirigió hacia mí y me dedicó una sonrisa malvada.

La clase empezó bastante bien. A esta altura del día, pensé que Liam se había olvidado del aparato, pero entonces se giró hacia mí.

—"Dígame, Srta. Ramírez, ¿leyó usted las hojas?"

—"Claro que sí."

—"Entonces, ¿puede responder de qué se trataba ese caso?"

—"Se trataba de una joven..."

Las palabras quedaron atoradas en mi boca porque sentí el vibrador encenderse dentro de mí.

—"¿Una joven?"

Lo miré y él me estaba mirando con una sonrisa que decía que estaba disfrutando eso.

—"Una joven que pasó por un problema con la familia".

—"¿Qué tipo de problema?".

Estaba a punto de responder cuando sentí el vibrador ponerse más rápido dentro de mí y no pude evitar la maldición que salió de mi boca.

—"Joder".

—"¿Disculpe?".

—"Perdón, el problema era de..."

—"Srta. Ramírez, no tengo todo el día".

Sara me colocó la mano en el hombro.—"Está bien, Emma".

—"Si no te preocupes".— Miré a Liam.—"El problema era de golpe, la joven estaba siendo maltratada por sus padres".

—"Muy bien".

Cuando creí que iba a detenerlo, mejor subió la intensidad y mi cabeza cayó hacia adelante sobre la mesa que tengo para estudiar.

Coloqué una mano en mi boca para callar mis gemidos, cuando mi orgasmo estaba a punto de llegar. Hice todo lo posible para que mi cuerpo no temblara cuando mi orgasmo llegó.

Levante la mirada y me encontré con la de Liam. Vi claro el mensaje en sus ojos de que estaba disfrutando esto.

Para él era diversión, mientras yo tenía que hacer todo para que nadie sospechara. Cuando la clase terminó, Liam pidió que me quedara.

—"Estás loco, ¿cómo pudiste hacer eso en medio del curso?"

—"No te preocupes, nena, lo disfruté igual que tú".

—"Estás loco, alguien podía saberlo".

—"Anda, tu amiga te está esperando".

Salí del curso y empecé a caminar por el pasillo yendo a la cafetería, pero el estúpido de Javier se colocó en mi camino.

—"Maldición, esto ya es acoso".

Seduciendo A Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora