📚Capítulo 33📚

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EMMA

Liam llevó mi cabeza hacia su cuello para que gimiera en su oído. Comenzó a aumentar su movimiento, haciendo que mi orgasmo llegara pronto.

Gemí en su oído, haciendo todo lo imposible para que mi gemido no fuera tan alto, pero cuando sentí que mi orgasmo se acercaba, despegué mi cabeza de su cuello y lo besé, haciendo que gimiera entre sus labios.

Él no duró mucho porque, unos minutos después, entró de golpe y una maldición en forma de un gemido salió de su boca.

Salió de mí luego de unos segundos. Miré cómo se quitó el preservativo y luego me tomó en sus brazos.

—"Está bien".

—"Sí, no te preocupes".

Me bajé de sus piernas y fui a su baño a limpiarme. Liam también fue, pero salió de una vez; al parecer, quería darme mi privacidad. Cuando salí de su baño cambiada, él me miró antes de ponerse de pie y acercarse a mí.

—"Quiero invitarte a una cita".

—"¿Una cita?"

—"Sí, quiero llevarte a cenar y que me digas todo de ti. Quiero saber qué te gusta y qué no te gusta".

—"Pero sabe que alguien puede reconocernos".

—"Vamos a salir fuera de la ciudad a otra más cercana, donde nadie nos reconozca".

—"Está bien".

—"Mándame tu ubicación, pasaré por ti a las ocho".

Salí de la universidad cuando terminaron las clases, pasé todo el día esperando que fueran las ocho. Sara me ayudó a arreglarme.

A las ocho recibí un mensaje de Liam diciéndome que estaba abajo esperándome. Bajé y me lo encontré afuera del carro con un traje.

Me acerqué a él. —"Te ves súper guapo".

Él me sonrió. —"Nada comparado contigo". —Me abrió la puerta del carro. —"Vamos, nena, tenemos que irnos".

Él empezó a conducir fuera de la ciudad; lo sentía mirándome cada vez que tenía oportunidad, y yo hacía lo mismo.

—"Cuénteme, Srta. Ramírez, algo que nadie sepa de usted".

—"Bueno, quizá que me gustan los libros no muy románticos, digamos un poco fuertes".

—"No me diga que eres de esa jovencita que lee cochinadas".

—"¿Qué te puedo decir? Eso son los mejores libros".

—"No lo creía de ti, pero si quieres a alguien para cumplir con esa fantasía, estoy aquí para cuando quieras".

Maldición, él sabía qué decir para tenerme loca por él; es todo lo que una lectora sueña: que le cumplan todo lo que le gusta de un libro.

—"Quizá te tome la palabra y empecemos esta misma noche".

Seduciendo A Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora