Seduciendo A Mi Profesor

📚Capítulo 74📚

LIAM

No fuimos al salón que la universidad había alquilado para el evento de este día, pero la atmósfera estaba llena de expectativa. Caminábamos juntos, nuestras manos entrelazadas, con toda la atención sobre nosotros. Sentía las miradas de los asistentes, algunas admirativas y otras llenas de juicio. En particular, sentía el odio concentrado de dos personas: Javier y Sofía. Sus miradas se clavaron en nosotros mientras avanzábamos, y era obvio que acerca de mi relación con Emma, lo que había hecho en su contra sólo había avivado su animosidad.

Sabía que lo que hice no estuvo bien, pero después de cómo molestaron a Emma, merecían cada segundo de lo que estaban sintiendo. Ella había trabajado duro para llegar hasta aquí, y no podía dejar que personas tóxicas la afectaran. Les quemé la materia del curso y les hice un examen de recuperación; si fuera por mí, los haría repetir el último año entero. Pero eso no importaba ahora. Lo único que quería era celebrar el éxito de Emma.

Nos sentamos en la primera fila, y el director subió al escenario con una sonrisa amplia en su rostro.

—"Estoy muy feliz de estar aquí, viendo cómo mis chicos y chicas por fin cumplen sus sueños. Espero que de verdad puedan hacer crecer su carrera más que nunca y que todos sus sueños se hagan realidad". —dijo con voz resonante.

Aplaudimos todos, el orgullo llenando el aire. La emoción aumentó cuando comenzaron a llamar a los nombres, y cuando escuché el nombre de Emma, me sentí lleno de alegría.

—"Emma Ramírez" —anunció la mujer encargada de llamar a los estudiantes.

Cuando la vi subir al escenario, mi corazón se llenó de admiración. El director se acercó a ella, le entregó su diploma, y pude notar que también le pasó una placa de cristal.

—"Srta. Ramírez, acepte este regalo de la universidad por ser una de las mejores alumnas que hemos tenido. Espero que los próximos alumnos sean como usted"—dijo el director, pasándole el reconocimiento con un brillo de orgullo en sus ojos.

Sin poder contenerme, grité:

—"¡Esa es mi mujer!"

Las miradas se dirigieron hacia mí, y aunque sabía que algunos murmuraban y me miraban con desaprobación, no me importaba. El amor que sentía por Emma era mucho más fuerte que cualquier juicio ajeno.

El director volvió a tomar el micrófono y, con una leve sonrisa, me miró.

—"Liam Parker, ¿quieres dedicarle unas palabras?"

Con un nudo en el estómago pero decidido, subí al escenario y tomé el micrófono en mis manos. Al mirar a Emma, sentí que mi corazón se llenaba de orgullo.

—"Estoy muy orgulloso de poder decir hoy que fui su maestro. ¡Muchas felicidades!"—grité, el aplauso resonando como una ola de energía.

Pero quería que este momento fuera especial.

—"Quiero dar mis más sinceras felicitaciones a alguien muy especial: a ti, Srta. Ramírez. ¡Muchas felicidades, mi amor! Agradezco tanto que pudiera llegar a esta universidad, donde te conocí, donde encontré el amor verdadero"—dije, sintiendo que cada palabra era un eco de lo que realmente sentía.

—"No sabes lo orgulloso que estoy de ti. Te amo tanto, Emma Ramírez" —exclamé, casi gritando en el micrófono, sin preocuparme por la opinión de los demás. Era nuestro momento, y no permitiría que nada lo arruinara.

Le pasé el micrófono al director, quien agregó con una sonrisa:

—"Cómo no amar a la pareja favorita de la universidad. ¡No son un amor! Felicidades de nuevo, Srta. Ramírez".

Bajé del escenario rápidamente para estar junto a Emma, quien tenía lágrimas corriendo por sus mejillas. La emoción se reflejaba en su rostro, y no podía evitar sentirme conmovido por su felicidad.

—"Liam, muchas gracias" —dijo entre sus susurros, su voz temblorosa.

—"¿Qué gracias? Es la verdad"—respondí, mirándola intensamente.

La besé con ternura, sintiendo cómo el mundo a nuestro alrededor se desvanecía. Pero, debido a la situación, me vi obligado a despegarme rápidamente.

—"Te amo, Srta. Ramírez"—le dije, sonriendo mientras el orgullo y el amor llenaban mi corazón.