Seduciendo A Mi Profesor

📚Capítulo 55📚

EMMA

Liam acaba de subirme a la meseta para esperar el pescado, pero su idea es todo menos esperar.

—"Te deseo tanto".

Pone su mano debajo de mi falda y la presiona contra mis bragas. Jadeo y prácticamente me retuerzo contra su mano.

—"Estás húmeda. Supongo que esto responde a tu duda de dejarme que te folle".

No respondo, quizá porque la palabra no puede salir de mi boca; esto es como una tortura.

—"Dame una respuesta, Emma. Dime que puedo tenerte. Justo aquí, justo ahora".

—"Sr. Parker puede tenerme aquí justo ahora".

Choca sus labios con los míos mientras se desabrocha los pantalones. Mientras mantiene mi boca ocupada, escucho el ruido de una envoltura de preservativos.

Usa una de sus manos para mover mis bragas.

—"No puedo esperar para estar dentro de ti".

—"Estoy lista".

Siento su pene en mi entrada y después se introduce, lento, dentro de mí. Gimo mientras me adapto a su tamaño.

—"Joder, te sientes tan bien".

Liam empuja hasta lo más profundo. Jadeo de placer.

—"Maldición".

Empuja de inmediato hacia mi punto G. Empieza a entrar y a salir cada vez, golpeando ese punto mágico.

—"Está tan malditamente mojada, Srta. Ramírez".

Me aprieto alrededor de su pene y él gime ronco en mi oído.

—"Te llamo Srta. Ramírez para que sepas lo buena estudiante que eres".

Un gemido abandona mis labios cuando entra de nuevo.

—"Está tan apretada, Srta. Ramírez".

Sus palabras, la forma en que las dice entre gemidos con su voz ronca y su respiración entrecortada, son algo que nunca me cansaría de escuchar.

—"Oh, Liam".

—"Es Sr. Parker, Srta. Ramírez".

Aprieto mi interior ante la severidad de su voz. Liam aumenta la velocidad.

—"Me voy a venir, Srta. Ramírez".

Entra y sale de mí con urgencia; siento cómo mi orgasmo amenaza con alcanzarme.

—"Oh, Dios, yo también".

Mi orgasmo llega; el placer prácticamente me ciega mientras arrojo mi cabeza hacia atrás y dejo salir un grito contenido.

Él se viene justo después de mí, con un gruñido; se viene, bajando la velocidad pero penetrándome más fuerte, como si quisiera romperme.

Cuando mi orgasmo comienza a desvanecerse, Liam me baja de la meseta y me pone sobre mis pies. Apenas puedo sostenerme.

—"¿Tienes idea de lo hermosa que eres cuando te vienes?"

Liam se cierra los pantalones mientras yo me arreglo la falda.

—"Es probable que parezca un desastre".

—"Te ves increíble recién cogida".