📚Capítulo 29📚

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LIAM

Estaba perdiendo la cabeza; no sabía que eso era posible, pero yo jamás había pensado en hacer algo así en mi vida.

—"Liam".

—"Vamos, nena, ven para mí o pasaremos todo el día aquí".

Pero no duró mucho cuando la sentí temblar en mi mano antes de que su cabeza cayera en mi cuello, indicándome que estaba terminando.

Aumenté el ritmo para alcanzarla también. No duré mucho cuando llegué, haciendo que un gemido saliera de mi boca. Luego de unos minutos, cuando nos tranquilizamos, la coloqué en el suelo despacio.

Agarré su cara para que me mirara a la cara. —"¿Está bien?".

—"Oh Dios, rompimos la silla del profesor".

—"Pregunté si está bien".

—"Sí".

—"Bien, ¿quieres que te lleve a casa?"

Ella agarró mi mano de su cara antes de quitarla. Miré cómo sus ojos bajaron a mi mano y maldije cuando vio la sortija en mi dedo.

—"No, gracias, ve con tu esposa".

—"Emma".

—"Liam, ve con tu esposa".

Ella se alejó de mí y empezó a tomar su ropa para ponérsela.

—"Habla conmigo, dime qué quieres que haga".

—"Que te divorcies, no sabes lo mal que me pone saber que me estoy acostándome con un hombre casado".

—"Nena, lleva tiempo, pero desde que salga el divorcio lo firmaré".

Ella se colocó su ropa y empezó a caminar hasta estar frente a mí.

—"Fue hermoso".

Comenzó a caminar hacia la puerta y salió dejándome solo en el aula. Tomé mi ropa y me la puse antes de ir nuevamente al show de talentos.

Pero cuando llegué, no vi a Emma por ninguna parte. Tomé asiento.

Blanca me miró. — "¿Dónde estaba? El director preguntó por ti".

—"Comiendo algo".

—"Sabe que no puede dejarme sola aquí".

—"Está bien, Blanca, no volverá a pasar".

Escuché a la Srta. Sara hablar detrás por teléfono; cuando mencionó el nombre de Emma, me incliné más hacia atrás.

—"Está bien, espero que llegue bien a casa. Yo te diré todo el chisme cuando llegue".

Así que se había ido a su casa, sabía que era mi culpa. Si estuviera en su lugar, creo que haría las cosas peor.

—"Tenemos que quedarnos más tiempo".

Miré a Blanca. —"Puedes irte si quieres".

—"Está bien, puedo quedarme".

Se inclinó, acercando su cabeza a mi pecho. Cuando estaba a punto de despegarla, ella lo hizo.

—"¿Por qué huele a perfume de mujer?"

—"No te importa".

—"Liam, sabes que no puedes acostarte con nadie hasta que no, nos hayamos divorciado".

—"Está bien, Blanca, no me estoy acostando con nadie". — Me acerqué a ella. —"Pero quiero el divorcio esta misma semana".

Seduciendo A Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora