📚Capítulo 44📚

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EMMA

Liam comenzó a mover su lengua rápidamente por mi centro; no podía hacer nada más que aguantarlo.

Quería agarrarme de algo, pero no podía; sus manos estaban en mi trasero, agarrándome. Empezó a follarme con su lengua, haciendo que prácticamente gritara por lo bien que se sentía.

—"Maldición, Sr. Parker, usted sí sabe cómo hacer que una mujer pierda la cabeza".

Lo escuché reírse entre mis piernas, pero luego siguió moviendo su lengua sin piedad. Cuando mi orgasmo estaba cerca, apreté mi pierna contra su cara.

Cuando mi orgasmo llegó, prácticamente estaba temblando contra su rostro. Cuando me puso en el suelo, él me pegó contra su pecho hasta que me tranquilizara; cuando mi cuerpo por fin estuvo bien, se alejó de mí y caminó hacia la habitación.

Intenté seguirlo, pero él se giró hacia mí. —"Quédate aquí, todavía no he terminado contigo".

Luego de unos segundos, regresó al baño envolviendo un preservativo en su pene. Me imaginé que fue a la habitación a buscarlo.

Se acercó a mí y me besó; luego, sin previo aviso, me volteó, haciendo que mi cara estuviera contra la pared. Él agarró mi cintura y sentí su pene en mi entrada.

Entró dentro de mí despacio, pero cuando entró, salió y esta vez volvió a entrar de golpe. Comenzó a moverse como si fuera lo que más necesitara en este mundo.

El sonido de nuestros cuerpos mojados chocando solo lo hacía volverse loco. Quitó una mano de mi cintura y sentí cómo su mano chocó con mi trasero, haciendo que el sonido de su mano y mi trasero se escuchara rebotar por el baño.

—"Maldición, extrañaba esto. No te vuelvas a ir, mucho menos una semana".

Su mano volvió a chocar con mi trasero; no era nada suave, eran golpes rudos, igual que sus penetraciones.

—"Me encanta tu culo, necesito follarlo pronto".

Sus manos subieron a mi hombro y fue como si estuvieramos en otra pose ahora lo sintiera más profundo.

—"Joder, Liam, me encanta".

—"Lo sé, nena, por eso me tienes loco por ti. ¿Te gusta cómo te cojo sin piedad? A mí me encanta que tú lo recibas sin quejas". —Entró de golpe. —"Eres, sin duda, la mejor de mis alumnas".

Una de sus manos fue hacia mi clítoris. —"Ahora sé una buena alumna y vente en el pene de tu profesor".

No duré mucho con su mano en mi clítoris y, con sus penetraciones, mi orgasmo llegó sacudiendo mi cuerpo; él no duró mucho cuando lo escuché maldecir.

Cuando nos tranquilizamos, nos limpiamos y Liam me cargó hasta la cama, me colocó despacio.

—"Tenemos que irnos, nuestro vuelo sale pronto".

—"Olvídate de ese vuelo, tengo dos días libres y una sola vez dentro de ti no es suficiente". —Se inclinó hacia mi oído. —"Dos días dentro de ti creo que son suficientes".

Seduciendo A Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora