📚Capítulo 50📚

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EMMA

Cuando Liam se fue, recogí todas mis cosas para irme al baño a quitarme las bragas, pero mucha felicidad no es buena; Javier apareció en mi camino.

—"Maldición, es mejor quedarse soltera que tener un ex como tú".

—"Necesitamos hablar".

—"Sofía, ¿dónde está? Ve con ella".

—"Si fuera tú, vendría conmigo a hablar".

—"No tengo tiempo".

Iba pasando por su lado cuando subió su teléfono y lo puso frente a mi cara. Ahí había una foto mía y de Liam besándonos en frente de mi casa la noche que él apareció.

—"¿Qué haces con esa foto?".

—"Solo la tenía guardada".

—"¿Por qué no la usas a tu favor y se la enseñas al director?".

—"Yo me tengo que ir porque, por su culpa, estaré suspendida por una semana".

—"Felicidades".

—"Si no hablas conmigo, esta foto estará en todos los teléfonos de todos los estudiantes de esta universidad".

Me volteé hacia él. —"Vamos a hablar".

—"Pasaré por ti cuando salga de la universidad".

—"Es hablar, no a salir. Podemos ir a la biblioteca o..."

No puede terminar porque él me interrumpió.

—"No, quiero estar en un lugar agradable".

—"Bien, pero si sigue amenazándome al diablo con todo esto".

—"Muy bien".

Me fui con miles de ideas en la cabeza. Por el amor de Dios, algún día Liam y yo podremos ser felices.

Fui a la oficina de Liam sin ni siquiera quitarme las bragas, como él me había ordenado. Además, quizá no tenía la cabeza para esto; si esa foto circula en la universidad, nuestra imagen estará dañada.

Entré sin tocar la puerta. No sabía dónde tenía la cabeza cuando levanté la mirada para pedirle una disculpa.

Mis ojos se abrieron; ahí estaba nada menos que Sofía, la zorra más grande de la universidad, en las piernas de Liam.

Ella giró la cabeza y me dio una sonrisa, mientras que Liam me miraba como si esto no fuera lo que parece.

—"No te enseñaron a tocar antes de entrar".

Miró a Sofía, quien acababa de hablar.

—"No te preocupes, le daré la privacidad que necesiten".

Me giré, pero la voz de Liam me detuvo.

—"Srta. Ramírez".

Pero solo me llamó, y no dijo más nada, salí de su oficina con un nudo en la garganta y la lágrima a punto de salírseme.

Fui corriendo hasta donde estaba Sara y me le tiré encima.

—"Oh, ¿qué pasa?".

—"Cuando entré a la oficina de Liam, él tenía a Sofía sobre sus piernas".

Seduciendo A Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora