📚Capítulo 41📚

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EMMA

Miro a Liam, quien había amenazado a Javier; eso hacía que Javier tuviera más razones para decir que teníamos algo, aunque todavía no tenía idea de cómo lo sabía.

—"No se preocupe, Sr. Parker, puede irse a su oficina; lo veré más tarde para seguir estudiando".

Pero él no se movió; tenía la mirada fija en el brazo de Javier sobre mí. Él se acercó, agarró el brazo de Javier y lo despegó de mí.

—"Tiene suerte de que sea un alumno; si no, te habría roto la cara de estúpido que tienes, pero otro día lo voy a olvidar".

No sabía quién demonios era la persona parada frente a mí; Liam andaba loco o los celos le borraban la razón.

—"Me está amenazando".

Liam se acercó a Javier, estando frente a frente, pero Liam era mucho más alto que Javier.

—"Tómalo como una advertencia".

Liam tomó mi mano muy delicadamente y me llevó por el pasillo hasta su oficina. Cuando abrió la puerta, la cerró y se giró hacia mí.

—"Te quiero lejos de ese estúpido".

—"Liam, eso no es lo importante ahora. Sabes que acabas de darle razones a Javier para creer que tenemos algo".

Él se pasó una mano por el cabello. —"Maldición, no sé lo que me pasó, pero cuando miré su mano en ti, toda la razón se fue de mi cabeza".

—"Tenemos que tranquilizarnos".

Mi teléfono sonó con una llamada; lo miré y era mi madre. Respondí inmediatamente, ya que ella no hubiera llamado si no fuera algo importante.

—"Emma".

—"Sí".

—"Tienes que venir a la casa. Tu padre anda enfermo y no quiere ir al hospital; tal vez tú lo hagas cambiar de idea".

—"Claro, salgo ahora mismo para allá".

Terminé la llamada y me giré hacia Liam.

—"Tengo que irme a Nueva York hoy mismo".

—"¿Qué pasó?".

—"Mi padre, pero no quiero irme y dejarte con el problema de Javier".

—"Vete, ese escuincle no me hará nada".

Le di un beso rápido, pero cuando intenté alejarme, él me agarró.

—"¿Qué pasa?".

Él sonrió. —"No me diga que te gusto tanto que irás a ver a tu padre con un vibrador dentro de ti".— Y, como si fuera otro recordatorio, el vibrador se encendió dentro de mí.

—"Para con eso, me lo sacaré en la casa".

Él me acercó para darme otro beso profundo.

Cuando por fin me dejó ir, fui a informarle al director que iba a estar unos días afuera; luego fui a buscar a Sara para que me llevara a casa.

—"Espero que te vaya bien".

Seduciendo A Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora