EMMA
Estábamos en la parte de historia de la biblioteca.
—"Liam, tenemos que dejarnos de ver hasta que la cosa se calme".
—"Claro que no, nena, mucho menos ahora".
—"¿Qué pasó ahora?".
—"Soy un hombre completamente divorciado y solamente tuyo".
Él no dejó que reaccionara porque me pegó de su pecho y me besó. Me rendí al beso; no podía creer que ya extrañaba sus labios tan rápido.
Lo sentí bajar una de sus manos por debajo de mi vestido; su mano tocó mis bragas y yo me alejé unos pocos centímetros de su boca.
—"Esto no es un buen lugar para eso".
—"Shhh, eso a nosotros nos da igual, quiero que te vengas en mi dedo".
Su mano se metió en mis bragas y sentí sus dedos tocar mi clítoris.
—"Joder".
—"Me encanta lo mojada que te pones solo por mí".
Uno de sus dedos entró dentro de mí; un jadeo salió de mi boca. Él agarró la parte de atrás de mi cabeza con su mano libre y me besó; otro gemido salió de mí cuando añadió un segundo dedo.
Los gemidos que salían de mí eran contra sus labios, mientras me besaba salvajemente. Sus dos dedos dentro de mí salían y entraban, dando juntos ese lugar que me hacía perder la cabeza.
Liam se despegó de mis labios para recuperar el aire y comenzó a bajar por mi cuello, con sus labios en mi piel y sus dedos tocando ese punto perfecto dentro de mí. Era todo lo que estaba bien en este mundo.
Sentí su aliento en mi oído. —"Dígame, Srta. Ramírez, dígame que usted es solo mía".
—"Liam".
—"Dilo, grita el nombre de a quién le perteneces".
Sus dedos entraban más rápido. No aguanté más y grité alto.
—"A ti, Liam Parker, soy tuya, te pertenezco a ti".
Él se alejó de mi cuello y me besó salvajemente. Estaba seguro de que alguien me escuchó.
Me despegué de su boca. —"¿Y si alguien escuchó mi grito?".
—"No me importa, lo importante ahora es que te vengas en mis manos".
Él miró mi pecho, donde mis senos subían y bajaban con respiraciones rápidas.
—"Vamos, nena, vente para mí".
Mi orgasmo llegó y prácticamente estaba temblando entre los brazos de Liam; él me sostuvo hasta que mi cuerpo se calmara.
Sacó sus dedos, salió de mí y los subió para que viera mi fluido en su mano. Agarró y puso sus dedos sobre mis labios y me besó, probando mi sabor de mis labios.
Él se despegó de mí. —"La espero en mi oficina dentro de media hora; si llega sin bragas, le daré un 10".
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Seduciendo A Mi Profesor
RomanceEmma Ramírez Él es todo un estricto difícil, pero cuando una apuesta me pone la condición de llevarme al nuevo profesor a la cama empieza a verse muy bien, creo que un poco de mi seducción y derretiré ese muro de hielo que tiene. Liam Parker. Ella...