EMMA
Liam desamarró a Javier, quien se paró a punto de golpearlo, pero Liam fue más rápido y rápidamente le agarró los brazos.
—"Tranquilo, escuincle".
Liam prácticamente sacó a Javier casi cargado de la habitación y luego miré cómo lo llevaba hacia la puerta principal; los gritos de Javier se escuchaban por toda la casa.
—"¡Suéltame para que vea de lo que soy capaz!". —"¡Le voy a decir todo al director!". —"¡Emma no puede estar con él!".
—"¿Por dónde diablo es que te callas?".
Escuché a Liam gritarle y miré cómo lo sacó hasta la puerta principal.
—"Te largas ahora o, si quieres otro show, eres bienvenido".
Al parecer, Javier se fue porque escuché a Liam cerrar la puerta. Luego de unos segundos, él entró a la habitación.
—"Está bien".
—"Sí".
Fuimos al baño y nos duchamos juntos; luego salimos del baño envueltos en toallas. Después, Liam me tomó en sus brazos.
—"¿Qué hora es?".
Miré el reloj y era casi las nueve de la noche.
—"Tenemos que dormir, mañana me toca un profesor muy malo".
—"¿Quién será ese?".
—"Me acuerdo que se llama Liam Parker".
Lo escuché reírse, pero yo me levanté de golpe; él hizo lo mismo.
—"¿Qué pasa?".
—"Se me olvidó que tengo una tarea tuya".
—"Muy mal, Srta. Ramírez. ¿En qué estaba perdiendo el tiempo? ¿Por qué no hiciste esa tarea?".
—"En un hombre celoso, ¿puedes creerlo?".
—"Ponte a hacer la tarea, pero si quieres, puedo ayudarte".
—"Por favor".
—"Nada es gratis, tienes que darme algo a cambio".
—"¿Qué cosa?".
—"Una mamada y quiero ver cómo te tragas mi leche".
No podía mentir que este hombre decía palabras que tú no esperabas, pero igual hacía efecto.
—"Bien, una mamada y me ayudarás con la tarea".
—"La quisiera ahora, pero tengo otros planes".
Cuando vine a saber qué él estaba diciendo, me cargó y me sentó en una silla frente a mi escritorio. Trajo mi bolsa donde tenía mis cuadernos y libros.
Cuando prendí la computadora, sentí a Liam arrodillarse frente a mi pierna y, antes de poder preguntar qué diablo estaba haciendo, sentí su lengua pasar por mi centro.
—"¡Liam!".
—"¿Qué pasa, nena?".
—"Si sigues así, no podré concentrarme".
—"Muy mal, Srta. Ramírez. Yo aquí ayudándola a que haga la clase tranquila y con ganas, y así me habla".
—"Pero después voy a escribir mal y no sabré ni qué escribir".
Pero Liam agarró mis piernas y se colocó más en mi centro; luego lo escuché hablar.
—"Vas a hacer la tarea mientras yo estoy probando lo que es mío, y si mañana veo esa tarea mal, no te gustará mi reacción".
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Seduciendo A Mi Profesor
RomanceEmma Ramírez Él es todo un estricto difícil, pero cuando una apuesta me pone la condición de llevarme al nuevo profesor a la cama empieza a verse muy bien, creo que un poco de mi seducción y derretiré ese muro de hielo que tiene. Liam Parker. Ella...