Capitulo 46: El Regreso de los Muertos

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El aire de Invernalia estaba pesado con el olor de la victoria. Jon Snow, siempre tan sombrío y reservado, mostraba un destello de satisfacción en su rostro. Los informes que llegaban de sus espías en el este confirmaban lo que había esperado durante meses: el ataque en el mar había sido un éxito. Los barcos de Aelyria Graegoris habían sido hundidos, y aunque su cuerpo no había sido recuperado, todos asumían que había perecido junto a su flota. La regente de la Casa Graegoris, la gran Reina de Fuego y Sombra, estaba muerta.

—Es un golpe decisivo —comentó Jon mientras se encontraba en su salón de guerra, rodeado de sus aliados más cercanos, incluyendo algunos señores norteños y soldados leales—. Sin Aelyria, la Casa Graegoris se debilita. Debemos movernos rápido antes de que puedan reorganizarse.

Uno de los hombres, un comandante con cicatrices profundas en su rostro, asintió.

—La mejor opción es atacar Highgarden. Si conseguimos tomar la fortaleza y eliminar a sus aliados en el sur, debilitamos aún más su capacidad de respuesta. Además, cortaríamos su acceso a suministros importantes.

Jon asintió. El plan era claro. Con la caída de Aelyria, el equilibrio de poder en Westeros se había inclinado a su favor. Sabía que Daenerys estaba en una posición frágil, especialmente sin uno de sus aliados más fuertes. La Casa Graegoris, a pesar de ser temida, ya no tendría a su regente para liderarla. Jon estaba decidido a explotar esa vulnerabilidad.

—Envía a las tropas —ordenó Jon—. Highgarden caerá antes de que puedan siquiera darse cuenta.

Mientras tanto, en Highgarden, los rumores de la muerte de Aelyria ya habían comenzado a extenderse. Aunque la noticia no había sido confirmada del todo, la ausencia de informes de la flota Graegoris era suficiente para preocupar a sus aliados en el sur. Lady Olenna Tyrell había muerto hacía tiempo, pero su legado de astucia y poder seguía vivo en la ciudad. Sin embargo, incluso la nobleza de Highgarden sabía que sin el apoyo de los Graegoris, su defensa sería mucho más difícil.

Fue en medio de esa incertidumbre que las primeras señales de ataque llegaron. Las tropas de Jon Snow marchaban hacia Highgarden, confiando en que la ausencia de Aelyria y la reciente derrota en el mar facilitarían su victoria. Pero los Stark y sus aliados subestimaron una vez más la fuerza de los Graegoris.

Cuando la noticia del ataque llegó a los hermanos de Aelyria, la respuesta fue inmediata. Thalion, quien había regresado a The Arbor con parte de las tropas, fue el primero en movilizar a sus hombres. Sin dudarlo, lideró una fuerza considerable hacia el sur, dispuesto a defender Highgarden a toda costa. Kaelen, quien se encontraba en Rocadragón junto a Daenerys, también organizó una contraofensiva rápida, movilizando a las tropas restantes de los Graegoris hacia la ciudad.

El contraataque fue brutal. Mientras los ejércitos de Jon Snow comenzaban a sitiar las murallas de Highgarden, la caballería de los Graegoris llegó como una tormenta desde el oeste. La batalla fue feroz. Thalion, con su armadura carmesí y su emblema del dragón negro, lideró la carga, destrozando las líneas enemigas con la precisión de un líder curtido en la guerra. Kaelen, quien había llegado con refuerzos desde Rocadragón, tomó el mando de las fuerzas defensoras dentro de la ciudad, coordinando los esfuerzos para repeler a los invasores.

Jon, observando desde una colina cercana, vio cómo su ventaja inicial comenzaba a desmoronarse. Los Graegoris, incluso sin Aelyria, seguían siendo una fuerza temible. Pero lo que más lo preocupaba era la aparición de otra figura en el campo de batalla: Drogon, el gran dragón negro de Daenerys. Jon había contado con que los dragones no participarían en la defensa, pero ver a Drogon sobrevolando el campo y lanzando ráfagas de fuego sobre sus tropas cambió el curso de la batalla.

La retirada de las tropas de Jon fue inevitable. Highgarden, al menos por el momento, estaba a salvo.

***

Semanas pasaron desde la batalla en Highgarden, y mientras Poniente seguía recuperándose de las heridas de la guerra, otro misterio comenzó a surgir. Drogon, el dragón más grande de Daenerys, había desaparecido poco después de la batalla. Durante un mes, nadie sabía su paradero, ni siquiera Daenerys. Algunos susurraban que se había ido al norte, otros que había volado a Essos, pero no había señales de él.

Fue en una tarde tranquila en Rocadragón, cuando Daenerys y su consejo estaban discutiendo los próximos pasos, que el cielo se oscureció repentinamente. Todos salieron apresuradamente al patio para ver qué estaba ocurriendo. Y allí, en lo alto del cielo, vieron la inmensa figura de Drogon descendiendo hacia ellos.

Los guardias retrocedieron con temor mientras el dragón aterrizaba frente al castillo. Con un rugido que resonó por toda la isla, Drogon abrió sus fauces. Pero no fue fuego lo que emergió de su boca. En cambio, el cuerpo inconsciente de Aelyria Graegoris cayó suavemente al suelo, envuelto en sombras y cenizas.

El silencio que siguió fue abrumador. Daenerys, visiblemente sorprendida, se apresuró a acercarse, mientras los consejeros se miraban con incredulidad. ¿Cómo había encontrado Drogon a Aelyria? ¿Cómo había sobrevivido?

Los sanadores fueron llamados inmediatamente, pero Daenerys, con una mezcla de preocupación y asombro, ordenó que también se convocaran a los oráculos. Quería respuestas, y quería saber cómo era posible que Aelyria, que todos habían dado por muerta, estuviera ahora frente a ellos, aunque herida e inconsciente.

***

Esa noche, los oráculos llegaron a Rocadragón. Eran figuras misteriosas, envueltas en capas de seda y sombras. Con sus ojos brillantes, comenzaron a examinar a Aelyria mientras Daenerys, sus hermanos y el consejo observaban.

Uno de los oráculos, una anciana con una voz que parecía susurrar a través del tiempo, habló finalmente.

—La alianza entre las casas Targaryen y Graegoris está sellada no solo por sangre, sino por fuego y sombras. Aelyria ha sido tocada por la magia antigua, la misma que una vez unió a las dos casas en tiempos olvidados. Sobrevivió no solo por su fuerza, sino porque las sombras de Asshai la protegen.

Daenerys frunció el ceño, aún intrigada.

—¿Y cómo fue que Drogon la encontró?

Otro de los oráculos, un hombre con los ojos cerrados, respondió.

—Los dragones son criaturas de fuego, pero también son guardianes de aquellos a quienes consideran sus iguales. Drogon sintió el fuego en el corazón de Aelyria y la buscó. La encontró en el mar, al borde de la muerte, y la trajo de regreso a ti.

El silencio volvió a llenar la sala. Las palabras de los oráculos eran claras, pero dejaban aún muchas preguntas sin respuesta. Lo que todos sabían ahora era que la alianza entre Daenerys y la Casa Graegoris era más fuerte que nunca. Aelyria había sobrevivido, pero las sombras seguían envolviendo su destino.

***

Mientras Aelyria permanecía en recuperación, los rumores de su supervivencia comenzaron a extenderse por Westeros. Los Stark, y especialmente Jon Snow, supieron que su plan no había salido como esperaban. La guerra que pensaban ganar con la muerte de Aelyria estaba lejos de terminar. Y ahora, con su regreso, el futuro de Westeros y la batalla por el trono se volvía aún más incierto.

Hijos del Fuego y de la SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora