En Rocadragón, el clima se había vuelto pesado, como si el mismo aire supiera que la guerra estaba en su punto álgido. Tras el fallido intento de Jon Snow de atacar Highgarden, las defensas de los Tyrell seguían intactas, pero había un asunto aún más preocupante: Arya Stark, la sombra letal que había desaparecido tras el enfrentamiento. Nadie sabía con certeza dónde se encontraba la joven loba, pero su reputación como asesina silenciosa y letal la había convertido en un espectro que merodeaba por las mentes de los aliados de Daenerys.En la sala de guerra, los principales comandantes y consejeros se habían reunido. Aelyria Graegoris, con su porte imponente y su presencia, se mantenía en silencio, escuchando los informes que llegaban. Al lado de ella, Daenerys se paseaba con inquietud, consciente de que una amenaza como Arya no podía ser ignorada.
— "Perdimos la pista de Arya Stark durante el ataque a Highgarden," dijo Varys, mientras desplegaba un mapa. "Las últimas noticias la situaban en algún punto entre las tierras de los Ríos y el Dominio, pero ahora se ha desvanecido completamente."
Tyrion, siempre pragmático, tomó la palabra.
— "Es probable que esté hilando una traición más grande," dijo, mirando a Aelyria y luego a Daenerys. "Arya Stark no es una simple espía, ni una asesina corriente. Ha sido entrenada en las artes de la muerte por los Hombres Sin Rostro. Dondequiera que esté, está planeando algo."
Aelyria asintió, sus ojos fríos y calculadores.
— "No podemos ignorar el peligro que representa. Es mucho más que una simple loba de Invernalia. Ha matado a grandes hombres y reyes. Si Jon Snow la mantiene cerca, es porque ella es su mejor arma."
Fue entonces cuando Tavina, quien había estado observando la discusión en silencio, dio un paso al frente.
— "Déjame a mí encontrarla," dijo con voz firme. "Tengo mis propias fuentes en las tierras del Dominio y en el sur. Si Arya sigue aquí, seguiré sus pasos y la traeré de vuelta... muerta o viva."
Aelyria fijó su mirada en Tavina, un brillo de confianza y preocupación en sus ojos. Sabía que Tavina era más que capaz, pero también comprendía que enfrentarse a Arya no era tarea fácil. Arya no solo era una asesina implacable, sino también una Stark, hija del Norte, alguien que no retrocedería ante nada.
— "Tavina," dijo Aelyria con voz seria. "Confío en ti, como siempre lo he hecho. Pero debes tener mucho cuidado. Arya no es una oponente común. Si subestimamos su capacidad, podría ser fatal."
Tavina sonrió ligeramente, un destello de seguridad en su rostro.
— "No la subestimaré. Sé lo que está en juego."
Daenerys, que hasta ahora había permanecido callada, se acercó a Tavina. Sus ojos violetas se clavaron en los de la joven mujer.
— "Te advierto, Tavina," dijo con voz fría pero preocupada. "Arya Stark es peligrosa, y no querría perder a nadie cercano a Aelyria por su mano. No sabemos cuán profundamente ha aprendido las artes de los Hombres Sin Rostro. Puede ser cualquiera, estar en cualquier lugar. Incluso en esta sala. Cuida tu espalda."
Tavina asintió, entendiendo la gravedad de la advertencia. No se trataba solo de cazar a una asesina. Se trataba de enfrentar a alguien que podía cambiar su rostro y desaparecer en la multitud sin dejar rastro.
— "Lo haré," respondió con determinación. "Pero necesito libertad total de acción. Arya no es alguien que siga patrones. Necesito moverme rápido y en silencio."
Aelyria estuvo de acuerdo, comprendiendo que Tavina necesitaba autonomía para llevar a cabo su misión.
— "Tienes mi permiso para actuar como mejor te parezca. Cualquier recurso que necesites, lo tendrás. Pero recuerda, la prioridad es encontrar a Arya. Si es posible, tráela de vuelta con vida. Pero si ves que es imposible, haz lo que debas."
Mientras la reunión continuaba, la conversación se tornó hacia otro tema urgente. Daenerys, con una expresión pensativa, se dirigió a Aelyria.
— "Quiero enviar un cuervo a Invernalia," dijo, sus ojos llenos de dudas. "Sansa es mi aliada... o al menos lo era. No puedo confiar plenamente en Jon, pero necesito saber dónde está Sansa en todo esto. ¿Sigue siendo leal a nosotros, o ha sido convencida por su hermano?"
Tyrion intervino.
— "Sansa es astuta, pero también práctica. Si ve que Jon está ganando terreno, podría cambiar de bando para asegurar la supervivencia de su casa. Necesitamos asegurarnos de que no ha sido arrastrada por la causa de su hermano."
Aelyria frunció el ceño ante esa posibilidad. Sabía que la política en Westeros podía cambiar rápidamente, pero también comprendía que Sansa, como líder de su casa, tendría sus propios intereses en mente.
— "Debemos averiguarlo cuanto antes," respondió Aelyria. "Si Sansa ha cambiado de bando, podría complicar aún más la situación. Jon está reuniendo apoyo, pero su ejército sigue siendo débil sin las grandes casas. Sansa podría ser un factor clave para determinar qué lado ganará."
Daenerys asintió, y se giró hacia Varys.
— "Envía el cuervo a Invernalia. Quiero saber cuál es la posición de Sansa Stark. Si está con Jon, lo sabremos. Y si está con nosotros, también lo sabremos."
Varys hizo una reverencia y salió de la sala, dejándolos nuevamente en la incertidumbre.
Tavina, después de la reunión, se dirigió a sus aposentos para prepararse. Sabía que esta misión sería una de las más peligrosas que había enfrentado, pero también sabía que era la única con las habilidades y contactos necesarios para llevarla a cabo. Mientras empaquetaba sus armas y provisiones, pensaba en Arya. Había oído historias sobre la joven Stark, cómo había sobrevivido a la Guerra de los Cinco Reyes, cómo había matado a figuras clave sin ser vista, y cómo había desaparecido durante años para regresar como una letal asesina.
Pero Tavina no tenía miedo. Sabía que este era su momento de demostrar su lealtad a Aelyria, y no fallaría. Justo cuando estaba a punto de salir, Aelyria entró en la habitación.
— "Prométeme que volverás," dijo Aelyria en voz baja, su mirada preocupada.
Tavina sonrió y se acercó a Aelyria, tomando su mano.
— "Volveré. No tengas duda de eso. Pero si algo me pasa... sabes que siempre he estado de tu lado. Mi lealtad es contigo, siempre."
Aelyria asintió, pero no podía sacudirse la sensación de peligro que acechaba. Sabía que Tavina estaba enfrentándose a un desafío inmenso, pero también sabía que no había otra opción. La guerra exigía sacrificios, y Arya Stark era una amenaza que no podían ignorar.
Con un último abrazo, Tavina se despidió y partió en su misión. Mientras cruzaba los pasillos de Rocadragón, su mente estaba enfocada en un solo objetivo: encontrar a Arya y detener su traición antes de que fuera demasiado tarde.
Mientras Tavina se adentraba en su misión, Daenerys esperaba con impaciencia la respuesta de Sansa. No sabía si podría confiar plenamente en la Stark de Invernalia, pero necesitaba asegurarse de que no había más traiciones entre sus filas. Jon Snow ya era lo suficientemente peligroso. No podía permitirse que su hermana se uniera a él.
Pero mientras esperaba noticias de Invernalia, una sombra persistente seguía acechando en los pensamientos de todos: Arya Stark, la asesina sin rostro, estaba suelta. Y nadie sabía quién sería su próximo objetivo.
ESTÁS LEYENDO
Hijos del Fuego y de la Sombra
FanfictionTras la caída de Valyria, los Targaryen se erigen como los últimos señores de dragones. Sin embargo, en las sombras de la historia, una casa valyria desconocida resurge, reclamando su lugar y su legado. Con dragones olvidados y secretos ancestrales...