Rocadragón seguía sumido en un estado de intriga y tensión. Daenerys, tras enterarse del extraño rumor sobre Aelyria, no pudo evitar que la curiosidad y la cautela comenzaran a consumirla. Aunque desconfiaba de los chismes de los sirvientes, sabía que la historia de Valyria estaba llena de misterios y que cualquier cosa relacionada con los linajes antiguos merecía ser investigada.En la oscuridad de la noche, Daenerys se dirigió a la biblioteca de Rocadragón. Las antorchas en las paredes arrojaban sombras largas y danzantes mientras la reina recorría los pasillos llenos de volúmenes antiguos, muchos de ellos escritos en la lengua valyria, la misma que había hablado su familia durante generaciones.
Se sentó en una mesa de mármol, donde ya estaban dispuestos varios pergaminos y libros antiguos que había pedido días antes. Daenerys había solicitado los textos más antiguos que pudiera encontrar sobre la Antigua Valyria, los dragones y las leyendas perdidas de esa civilización extinta.
Comenzó a leer, pasando las páginas con atención, buscando alguna referencia que pudiera explicar lo que había oído sobre Aelyria. Después de horas de búsqueda, encontró algo que la dejó helada. Un antiguo manuscrito valyrio hablaba de mujeres excepcionales nacidas en el corazón de la Antigua Valyria, mujeres bendecidas por los dioses con rasgos únicos y singulares.
"Las Hijas de la Tormenta", decía el texto. "Pocas y raras, estas mujeres nacían con características de ambos sexos. Los dioses las elegían para liderar en tiempos de guerra y caos. Eran grandes guerreras, estrategas formidables, y su linaje estaba marcado por el favor divino. Las Hijas de la Tormenta, con sus habilidades singulares, se convirtieron en comandantes invencibles, y muchas de ellas gobernaron clanes poderosos en Valyria".
Daenerys se recostó en su silla, sorprendida por lo que había encontrado. ¿Era posible que Aelyria fuera una de estas descendientes? La Casa Graegoris, aunque poco conocida en Westeros, tenía raíces en Valyria, al igual que los Targaryen. Si Aelyria portaba esta bendición, entonces Daenerys no solo enfrentaba a una líder astuta y poderosa, sino a alguien con una conexión profunda con los antiguos dioses.
Este descubrimiento complicaba aún más las cosas. No solo estaba atrapada en una guerra que parecía inevitable, sino que también se encontraba en medio de un intrincado juego de poder y linaje, con un adversario que quizás estaba más en sintonía con los antiguos dioses de Valyria que ella misma.
Con el conocimiento que había adquirido, Daenerys decidió que debía manejar su relación con Aelyria con mayor precaución. Quizás, en lugar de enemistarse, podrían encontrar un terreno común en su herencia compartida. Pero por ahora, había muchas preguntas que necesitaban respuestas.
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En otro lugar del continente, Daemon Graegoris viajaba a través de Westeros. Tras su escape del Norte con la ayuda de Davos Seaworth, había recorrido un largo y arduo camino hacia el sur, evitando las principales ciudades y rutas comerciales para no ser detectado. Su captura por Jon Snow lo había dejado debilitado, pero no roto. Sabía que su familia lo necesitaba, y su única meta era reunirse con ellos lo antes posible.
Las noches en el Norte habían sido frías y solitarias. Davos lo había guiado hasta los límites de las tierras controladas por los Stark y los Bolton, asegurándose de que estuviera lo suficientemente lejos del alcance de Jon antes de continuar su propia misión. A partir de ahí, Daemon había viajado en secreto, a menudo disfrazado como un simple mercenario o un granjero, deteniéndose solo para dormir brevemente en posadas o granjas.
El viaje fue largo y arduo. Pasó por ciudades pequeñas, donde los rumores sobre la guerra y los dragones eran el tema principal de conversación. A medida que se acercaba al sur, escuchaba más historias sobre la Reina Daenerys y las batallas que se avecinaban. A veces, se detenía a escuchar a los viajeros en los mercados, recogiendo fragmentos de información sobre los movimientos de Jon Snow y las fuerzas de Daenerys. Todo indicaba que el conflicto estaba en pleno auge, pero Daemon sabía que no podía participar aún. Su misión era clara: llegar a sus hermanos.
En su travesía, Daemon pasó por la ciudad de Foso Cailin, una antigua fortaleza en ruinas que había visto mejores días. Allí, encontró refugio durante una noche tormentosa y, a la mañana siguiente, continuó hacia las tierras del Tridente. En cada lugar que pasaba, tomaba precauciones para no revelar su identidad. Jon Snow todavía tenía espías y seguidores en todo Westeros, y Daemon sabía que no podía bajar la guardia.
Finalmente, tras semanas de viaje agotador, llegó a un pequeño puerto en la costa de las tierras de la Corona. Desde allí, tomó un barco hacia una ubicación secreta donde esperaba que alguien de su familia pudiera recibir noticias de él. Sabía que Rocadragón era el centro de las operaciones de su hermana Aelyria y, aunque su llegada a la isla podría ser peligrosa, no tenía otra opción. La familia era lo único que importaba, y la guerra no podría ser ganada sin reunirse con los suyos.
Daemon no estaba preparado para lo que encontraría en Rocadragón, pero una cosa estaba clara en su mente: Jon Snow había traicionado a su familia, y esa traición no quedaría impune. Aún debilitado por su captura y tortura, se sentía fortalecido por el deseo de venganza y el anhelo de liberar a los suyos.
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Hijos del Fuego y de la Sombra
FanficTras la caída de Valyria, los Targaryen se erigen como los últimos señores de dragones. Sin embargo, en las sombras de la historia, una casa valyria desconocida resurge, reclamando su lugar y su legado. Con dragones olvidados y secretos ancestrales...