Esa noche, la tensión alcanzó un nuevo nivel. La familia Weasley había organizado una pequeña cena, y cuando Fleur apareció con un vestido ceñido que realzaba su figura, Hermione sintió que sus nervios se disparaban. A lo largo de la velada, notó que Fleur la observaba con una intensidad casi perturbadora. Sus ojos azules parecían atravesarla, como si pudiera leer cada pensamiento que pasaba por su mente.
Al finalizar la cena, mientras todos se dispersaban, Fleur se acercó a Hermione en la cocina. Se inclinó levemente, lo suficiente para que Hermione pudiera sentir el calor de su cuerpo cercano.
—He notado que me evitas, Hermione —dijo Fleur en voz baja, con una sonrisa juguetona en sus labios.
—¿E-evitarte? No sé de qué hablas —Hermione sintió que se sonrojaba. La cercanía de Fleur era abrumadora.
—Oh, vamos. No tienes que fingir. Sé lo que está ocurriendo. Lo siento también, esa... conexión —Fleur inclinó la cabeza ligeramente—. Es más que evidente.
Hermione tragó saliva, sintiéndose atrapada en una red que no entendía del todo.
—No es eso... solo que... tú eres... bueno, eres tú —dijo Hermione torpemente
Fleur rio suavemente, un sonido que envió escalofríos por la espalda de Hermione.
—Ser una Veela tiene sus ventajas, pero a veces las emociones se vuelven intensas —Fleur la miró directamente a los ojos—. Y los celos, mon amour, son algo que no podemos evitar sentir.
Hermione frunció el ceño.
—¿Celos?
Fleur dio un paso más cerca, su aliento cálido rozó la piel de Hermione.
—Sí, celos. Cada vez que veo a alguien mirarte, como si pudieran tenerte. Es frustrante, porque quiero que solo me mires a mí —susurró Fleur.
El corazón de Hermione comenzó a latir con fuerza. Fleur era directa, mucho más de lo que había imaginado. Y, para su sorpresa, esa revelación no la asustaba; la excitaba.
—¿Y si te dijera que... no es tan sencillo? —Hermione dejó escapar las palabras antes de poder detenerse. Se dio cuenta de lo que había confesado.
Fleur sonrió, y en un movimiento suave, levantó una mano para acariciar la mejilla de Hermione.
—Nada es sencillo cuando hay pasión, chérie —susurró—. Pero si sientes lo mismo, entonces ya no tienes que ocultarlo.
En ese momento, la distancia entre ellas desapareció. Fleur se inclinó hacia Hermione, sus labios a solo milímetros de los suyos, y la tensión que había estado acumulándose finalmente estalló. Cuando sus bocas se encontraron, fue como si el mundo desapareciera. Hermione sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo mientras la besaba con fervor