Al mismo tiempo, Fleur también contactó con algunas veela de su clan para fortalecer las defensas mágicas alrededor de su hogar y asegurarse de que Eléa siempre estuviera protegida, incluso si ambas debían ausentarse para alguna misión.
Una noche, mientras revisaban un mapa mágico en su sala de estar, Hermione se detuvo un momento y miró a Fleur.
—¿Te das cuenta de todo lo que hemos pasado? —preguntó Hermione, con una sonrisa suave—. Nunca pensé que estaríamos aquí, luchando juntas contra magos oscuros y cuidando de nuestra hija. Pero aquí estamos.
Fleur se acercó a ella, acariciando su mejilla con ternura.
—Y no me arrepiento de ni un solo momento. Todo lo que hemos pasado nos ha hecho más fuertes, y sé que podemos superar cualquier cosa mientras estemos juntas.
Hermione la miró con amor, sintiendo una oleada de gratitud por tener a Fleur a su lado. A pesar de los desafíos, a pesar de los peligros, sabía que no había nadie más con quien quisiera compartir su vida.
—Lo lograremos. Desmantelaremos la amenaza, protegeremos a nuestra familia y viviremos la vida que queremos —dijo Hermione, con determinación.
Fleur sonrió y la besó suavemente en los labios.
—Siempre juntas, mon amour. Siempre
Con su plan en marcha, Hermione y Fleur sabían que el camino sería difícil, pero también sabían que habían pasado por cosas peores y habían salido victoriosas. El futuro aún era incierto, pero con el amor y la fuerza que compartían, sabían que podían enfrentar cualquier reto que viniera
