Un día, mientras Hermione y Fleur disfrutaban de una tarde tranquila en casa, una carta llegó inesperadamente a través de una lechuza. Hermione la tomó con curiosidad, reconociendo de inmediato el sello del Ministerio de Magia. Al abrirla, sus ojos se deslizaron rápidamente por el pergamino, y su expresión cambió de tranquila a preocupada.
—¿Qué sucede? —preguntó Fleur, notando el cambio inmediato en su esposa.
—Es del Ministerio —respondió Hermione, dejando el pergamino sobre la mesa—. Parece que hay una situación con un grupo de criaturas mágicas cerca del Bosque Prohibido. Están solicitando mi presencia para ayudar a mediar.
Fleur frunció el ceño, sabiendo que una misión como esa podía ser peligrosa.
—¿Es algo urgente? ¿No puedes enviar a alguien más?
Hermione suspiró, pasando una mano por su cabello.
—Por lo que parece, es una situación delicada. Las criaturas han estado causando estragos en los alrededores de Hogwarts, y temen que pueda haber algún tipo de conflicto. Dicen que mi experiencia con criaturas mágicas es necesaria.
Fleur asintió, aunque no podía evitar sentir una pequeña punzada de preocupación. Sabía que Hermione era más que capaz de manejar cualquier situación, pero el Bosque Prohibido siempre había sido un lugar lleno de peligros.
—Solo prométeme que tendrás cuidado —dijo Fleur, acercándose a Hermione y tomando su mano.
Hermione sonrió, apretando suavemente la mano de Fleur en respuesta.
—Lo prometo. No estaré fuera mucho tiempo. Solo tengo que investigar qué está sucediendo y mediar si es necesario.
Las niñas, ajenas a la conversación, seguían jugando en el jardín. Hermione se tomó un momento para observarlas antes de volver a centrarse en Fleur.
—Volveré pronto —dijo Hermione—. Mientras tanto, estaré en contacto con el Ministerio para asegurarnos de que todo esté bajo control.
Hermione partió al día siguiente, dejando a Fleur al mando de la casa y de las niñas. Aunque Fleur estaba acostumbrada a que Hermione tuviera misiones que la alejaban de casa, siempre había una pequeña inquietud en su interior cada vez que su esposa salía para resolver alguna situación peligrosa