Una tarde, mientras Hermione trabajaba en su estudio, una lechuza llegó con una carta de Harry. La abrió rápidamente, preocupada de que pudiera ser algo urgente, pero al leerla, una sonrisa se extendió por su rostro."Hermione, solo quería agradecerte por todo. Sin ti, no hubiéramos logrado desmantelar la amenaza de los Morlais. Eres increíblemente valiente y una inspiración para todos nosotros. No podríamos haberlo hecho sin ti. Descansa y cuida de tu familia. Sé que lo mereces. - Harry"
Hermione dejó la carta sobre su escritorio y se quedó mirando por la ventana por un momento, sintiendo un profundo sentido de gratitud. A pesar de todo, había logrado salir adelante, y con la gente que amaba a su lado.
Se levantó y fue en busca de Fleur, encontrándola en el jardín con Eléa, enseñándole a recoger flores. Al verlas juntas, con el sol bañando la escena en una cálida luz dorada, Hermione se dio cuenta de algo importante: este era el futuro que había estado luchando por proteger. Todo valía la pena, siempre y cuando estuvieran juntas