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Antes de partir, Fleur miró a Hermione con una expresión seria.

—Hermione, si algo llega a pasarnos, quiero que sepas que te amo, y que confío en que lo resolveremos. Pero pase lo que pase, tenemos que mantenernos unidas.

Hermione la tomó de la mano, con una mezcla de gratitud y determinación en su mirada.

—No voy a dejar que nos pase nada. Lo resolveremos juntas, como siempre.

Una vez que Eléa estuvo segura en Shell Cottage con Bill y Ginny, Hermione y Fleur regresaron al Ministerio, donde Harry ya había convocado a un equipo de los aurores más experimentados para ayudar a rastrear los movimientos de la familia Morlais. El Ministerio también había comenzado a tomar medidas más agresivas, preocupados por la naturaleza cada vez más peligrosa de los artefactos oscuros robados.

—Tenemos un nombre —dijo Harry, mientras estudiaba el mapa que habían encontrado—. El líder de este grupo se llama Callum Morlais. Su familia fue una de las que apoyaron a Voldemort en secreto, pero cuando él cayó, se refugiaron en la clandestinidad. Según nuestras fuentes, han estado buscando estos artefactos durante décadas.

Hermione frunció el ceño, repasando mentalmente lo que sabía sobre la familia Morlais.

—Magia elemental... eso es lo que los hace tan peligrosos. No están interesados en las artes oscuras tradicionales, sino en dominar los elementos naturales. Con el poder suficiente, podrían desatar catástrofes en el mundo mágico y muggle.

—Exactamente —respondió Harry—. Y creemos que el próximo objetivo de Callum está relacionado con uno de los puntos de convergencia de energía mágica en Londres. Según nuestras fuentes, planean realizar un ritual para activar todos los artefactos a la vez, lo que podría desatar una ola de destrucción.

Hermione y Fleur intercambiaron miradas. Sabían que no había tiempo que perder.

—Entonces tenemos que detener el ritual antes de que comience —dijo Hermione, su voz llena de urgencia.

Harry asintió.

—El problema es que no sabemos exactamente dónde ni cuándo planean realizarlo. Pero tenemos algunas pistas. El mapa que encontraste señala varios posibles lugares de concentración de magia elemental en Londres. Ya estamos investigando algunos de esos lugares, pero necesitamos refuerzos.

Fleur dio un paso adelante.

—Nosotras iremos al lugar que creamos más probable. No podemos esperar a que ellos hagan su jugada.

Harry miró a ambas, sabiendo lo peligroso que sería, pero entendiendo que no podían detenerlas. Finalmente asintió.

—Está bien. Os enviaré con dos aurores de confianza. Y si encontráis algo, no dudéis en llamarnos.

La noche siguiente, Hermione, Fleur y los dos aurores enviados por Harry, se encontraron en un edificio antiguo en las afueras de Londres. Según el mapa que habían descifrado, este era uno de los puntos clave de convergencia de energía elemental. A simple vista, parecía abandonado, pero la sensación en el aire era pesada, cargada de una magia oscura y antigua que hacía que la piel de Fleur se erizara.

—Aquí es —murmuró Hermione—. Puedo sentirlo.

Caminaron con cuidado por el edificio, sus varitas listas. Mientras exploraban, comenzaron a notar signos de actividad mágica: inscripciones en las paredes, símbolos antiguos grabados en el suelo. Era evidente que los Morlais habían estado preparando algo grande

El Encantó De La Veela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora