Cuando se separaron, Hermione sintió que algo dentro de ella se liberaba. Habían cruzado una barrera emocional, y aunque el futuro seguía siendo incierto, ahora sabían que lo enfrentarían juntas, no solo como aliadas, sino como algo mucho más profundo.—Vamos a enfrentar lo que sea que venga —dijo Hermione, con una renovada sensación de fuerza.
Fleur asintió, sonriendo de nuevo.
—Juntas.
Departamento de Misterios, Harry, Ron y Ginny esperaban con varios aurores más para continuar el trabajo de rastreo. Hermione y Fleur llegaron de la mano, pero ninguna palabra fue necesaria para que los demás notaran el cambio en su relación.
Harry, con una sonrisa torcida, los miró a ambas y luego a Ron, quien levantó una ceja con una sonrisa disimulada.
—Bueno, parece que aquí hay más que trabajo en equipo —comentó Ginny, con una pequeña risa—. Ya era hora.
Hermione se ruborizó ligeramente, pero no pudo evitar sonreír.
—Tenemos algo más importante en lo que centrarnos ahora mismo —replicó Hermione, queriendo cambiar de tema, aunque el brillo en sus ojos revelaba lo feliz que estaba.
Harry asintió, tomando la palabra.
—Hemos encontrado una pista. Parece que hay otro artefacto escondido en una antigua mansión en el norte de Escocia. Es un lugar ancestral, vinculado a los Morlais desde hace siglos. Si hay más artefactos, es probable que los encuentren allí.
Ron, quien estaba revisando los planos del lugar, miró a Fleur y Hermione.
—Pero no será fácil. La mansión está protegida por una magia antigua, posiblemente más poderosa que la que encontramos en Londres. Necesitamos un plan sólido antes de adentrarnos allí.
Hermione se acercó al mapa, estudiando los detalles con atención.
—Lo que está claro es que no podemos permitir que completen ningún otro ritual. Necesitamos entrar, recuperar el artefacto y desactivarlo antes de que puedan hacer algo más.
Fleur, apoyada contra la mesa, cruzó los brazos.
—¿Cuándo partimos?
—Esta misma noche —respondió Harry—. El equipo de aurores ya está listo. Será una misión rápida y silenciosa.
Hermione y Fleur intercambiaron una mirada, listas para lo que venía. Sabían que la batalla no había terminado, pero esta vez, estaban más unidas que nunca