Imagine how this ends (Daryl Dixon y tu) One Shots. +18

Rastro fantasma (1)

Maggie y tu habían vuelto después de marcharse por un periodo largo de Hilltop, y ahora volvían a las arruinadas tierras de Alexandria, ya que por medio de una carta se habían enterado de la caída de todas las comunidades a cause de los susurradores.

También se habían enterado de la muerte de sus amigos, de tu hermano, Henry.

Cabalgas en silencio, observando a todas esas personas cabizbajos pues lo que habían llamado hogar durante años, ahora ya no existían, Hilltop, Oceanside, el Reino. Alexandria no estaba tan mal, pero tomaría mucho tiempo volver a lo que habían sido antes.

Las personas les veían, susurraban entre ellos, y luego te sonreían.

Les mirabas seria, de manera fría y volvías a mirar el camino, mirando a los alrededores que estuviesen libres de peligro.

Sabías que regresar a Alexandria implicaba volver a ver fantasma que preferías dejar en el pasado, pero era algo que no podrías evitar por siempre.

— ¿Estas bien? —

Giras un poco tu cabeza y allí estaba Maggie, con su hijo Hershel en medio de sus piernas.

Le sonríes al pequeño quien te saludaba animadamente.

— Lo intento — murmuras dejando poco a poco salir el aire.

— Hey — se estira un poco ya que también iba en caballo tu toma tu mano. — Todo estará bien —

Le agradeces con una pequeña sonrisa a Maggie.

Maggie y tu a lo largo de los años habían formado un lazo demasiado fuerte, al punto de llamarse hermanas. Conocías la vida de Maggie y todas sus pérdidas, y ella conocía las tuyas.

— ¿Puedo ir con mi tía? —

Maggie mira a su hijo y luego a ti, asientes y detienen sus caballos para poder pasar a Hershel contigo.

— Buscaré a Gabriel, no tardaré —

— Ve, estaremos bien —

Maggie te da su mano y la tomas, para que luego se aleje en su caballo y hasta casi al principio de la multitud.

— ¿Tía _______? —

— Te escucho Hershi—

El niño te mira y sonríe.

— ¿Veremos al tío Daryl? —

Tus manos aprietan con fuerza la correa que guiaba al caballo, y tratas de tragar saliva con cuidado de que no vea el niño.

— Supongo que si, debe de estar en Alexandria —

— ¿Aún lo quieres? —

Volteas a ver al niño y frunces el ceño.

— ¿Porqué preguntas eso Hershel? —

El niño juega con sus manos y luego te vuelve a ver.

— Por que la última vez que estuvimos aquí, le pegaste en la cara —

Tratas de sonreír y tienes que juntar muchas fuerzas para no mostrarte débil frente a todas esas personas, frente a tu sobrino.

— Me hizo enojar — es todo lo que dices.

— Yo te hago enojar y no me pegas —

Dejas salir una pequeña risa y abrazas al niño.

— Es diferente Hershi, yo jamás te levantaría una mano — besas sus cabeza y tu sonrisa desaparece cuando frente a ustedes ves los muros de Alexandria.  — Bien, es hora — murmuras solo para ti.

Daryl caminaba por Alexandria revisando los daños que había sufrido su hogar, habían perdido los cultivos, el agua estaba contaminada, pero algunas casas aún eran habitables.

Masajeo su cabeza en frustración y dejó salir el aire, estaba cansado, nunca lo demostraba, y es que ya no era aquel hombre de unos diez años atrás, donde aún no se cansaba mucho y podía moverse en silencio. Ya no tenía cuarenta y cuatro.

Estaba en sus cincuentas, y mientras aún siguiese con vida, cada respiro que diera sería para proteger a los suyos, a sus sobrinos, a sus hermanos... a ti.

— ¡Están aquí! —

Daryl frunció el ceño y buscó quien había gritado, pero sus ojos se encontraron con los de Carol, quien se acercaba hasta el con prisa.

— ¿Tan rápido llegaron? —

— Gabriel dijo que recibieron ayuda —

El ojiazul llevo sus ojos hasta la entrada de Alexandria, y vio como poco a poco empezaban a entrar las personas.

Su gente de su comunidad, los habitantes de Hilltop, y los del reino. Luego vio llegar a Maggie y apretó con fuerza su boca, volvió a mirar a Carol quien se encontraba igual que el.

Estaban tensos.

Que Maggie estuviese allí solo significaban dos cosas.

Negan y tu.

— Iré con Maggie, necesita saber lo que Negan hizo por nosotros... — murmura Carol, mientras da un par de pasos y luego se gira a mirar a su mejor amigo. — Deberías de buscarla y hablar con ella, ya pasaron casi dos años —

Daryl regresa a mirar a la entrada, y el aire abandona sus pulmones cuando te ve llegar arriba de un caballo, llevando a Hershel.

Pero luego a un par de metros de ti se encuentra con una morena que creía muerta, y sin pensarlo mucho empieza a correr en dirección a ella.

Jerry te ayudaba a bajar a Hershel del caballo cuando viste como Daryl corría en tu dirección, te tensaste pero no te moviste, te quedaste aún arriba del caballo.

Pero para tu sorpresa, no era a ti a quien corría, si no a una mujer morena que Maggie y tú habían recogido en el camino cuando les dijo en señas y en una nota que era un habitante de Alexandria.

Cuando la mujer lo ve, sonríe y corre a su encuentro, Daryl la toma por la cintura y la carga dándole una vuelta, cuando la deja en el suelo, revisa su rostro y brazos de que se encuentre bien.

Aprietas los labios con demasiada fuerza y con dolor apartas la vista.

— ¿_______? — te susurra Jerry, una vez que bajas del caballo y se lo entregas.

Niegas y pones tu mano sobre su hombro. Jerry era un buen amigo tuyo antes de que dejaras el reino y te fueses a vivir a Alexandria por el hombre de ojos azules, que ahora se comunicaba en señas con aquella mujer.

— Ahora no, no puedo... ¿Dónde está Ezequiel? —

— Salió en una misión con Eugene, y Yumiko, una chica de nuestra confianza —

Asientes y sin querer, vuelves a posar tus ojos sobre Daryl y Connie.

Daryl puede sentirte que le miras, pero no es capaz de mirarte. Sabía que no habían terminado bien la última vez que se vieron, y aún le dolía que te hubieses ido sin despedirte.

Pero cuando se atrevió a mirar de reojo, te vio con la cabeza baja, mientras sostenía la una de las manos de Hershel y caminaban para encontrarse con el resto de sus amigos. Volteaste tu cabeza y atrapaste a Daryl ya mirándote, ninguno hace nada, no se sonríen, ni mucho menos muestran cuanto se extrañaban. Solo el rastro fantasma de lo que una vez habían sido.