Historias variadas de Daryl Dixon y tu, algunas historias basadas en la serie, y otras totalmente random.
Habrán historias de capítulos cortos y otros con continuación.
Actualización diaria.
No se aceptan adaptaciones.
Doy crédito y derecho de au...
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De todos los días que se te hubiera ocurrido hacer una estupidez, ese era el peor de todos, y es que te habías aferrado a agarrar una caja de chispas de chocolate para que Carol pudiese prepararte unas galletas que hacía días se te habían antojado.
En los últimos días estabas con muchos antojos, y aunque comías todo lo que se te atravesaba, nunca era suficiente. Eras una persona gruesa pero no gorda, y empezabas a tener pancita.
Tendrías que parar en algún momento de comer todo lo que Carol te daba, empezabas a engordar y en un mundo como este, no había lugar para gente sin condición física.
Daryl va a tu lado molesto, de hecho, furioso, estaba furioso contigo por que estuviste a punto de ser mordida un par de veces y parecía no importarte.
— ¿Cómo pudiste ser tan estúpida, terca, y bruta? —
Pones tus manos detrás de ti y miras hacia el suelo, ves la bolsa que estaba a tu lado y alcanzas a ver la cajita de chispas de chocolate, una sonrisa se te escapa y Daryl enloquece.
— ¿ES QUE ESTO ES UNA BROMA PARA TI? ¡Casi mueres _______! ¡Maldita sea! — él avienta su ballesta al suelo y se acerca a ti. — Casi muero cuando vi como te iban a morder, pensé que iba a perderte —
El niega y se aleja de ti, de pronto empiezas a sentirte muy culpable, siempre eras muy quieta y cuidadosa para hacer las cosas, pero esta ves algo te había motivado a hacerlo.
Muerdes tu labio y tu mandíbula empieza a temblar, no te gustaba cuando Daryl estaba enojado, y mucho menos cuando el objetivo eras tu.
— Daryl — le llamas, quien estaba recargado en un árbol evitando mirarte. — Daryl — le vuelves a llamar.
El suspira molesto y te voltea a ver, puedes ver que estaba serio, con el ceño fruncido y conteniéndose de seguirte gritando.
— Lo lamento — dices avergonzada, ni siquiera tú sabías por que te habías arriesgado de esa manera, no tenías excusa, y el antojo no era una de ellas. — Fue muy tonto de mi parte, y lo siento —
Bajas la cabeza y te abrazas. Escuchas unos pasos y sientes los brazos de Daryl encerrarte en un abrazo, pones tus brazos en su espalda y el hunde su rostro en tu cuello.
— Creí que te perdía — alzas tu rostro y besas su cuello. — Me muero si algo te pasa — Daryl toma tu rostro en sus manos y te besa lentamente. — No lo resistiría... —
Llevas tus manos a su cuello y le acaricias en la nuca.
— Estoy bien, fue una estupidez y no lo volveré a hacer — le das una media sonrisa y acaricias su rostro. — Te amo Daryl —
