Historias variadas de Daryl Dixon y tu, algunas historias basadas en la serie, y otras totalmente random.
Habrán historias de capítulos cortos y otros con continuación.
Actualización diaria.
No se aceptan adaptaciones.
Doy crédito y derecho de au...
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Te aferras a tu abrigo mientras tratas de mantenerte lo más caliente que puedes, pero las ráfagas de viento no ayudaban mucho, y sentías que en cualquier momento te quedarías donde mismo congelada. Miras de reojo a tus compañeros y ves que nadie la está pasando mejor que tu, en especial la pequeña Judith, quien no paraba de llorar y te aflige saber que Rick estaba igual o peor de preocupado que tu.
Todos continúan caminando en aquella vacía y desolada carretera, alguien se acerca a ti y tratas de sonreír cuando Carl toma tu mano, buscando calor.
— Debemos de encontrar algo pronto, lo que sea — escuchas a tus espaldas, y no te molestas en voltear, pues sabías que era Daryl quien hablaba.
Daryl siempre iba detrás de ti, cuidándote en silencio y pretendiendo que no le interesabas. Pero siempre estaba allí.
— Pueden pasar días antes de que encontremos un lugar en el cuál pasar el invierno —
— Lo se, carajo —
Carl suspira con cansancio y frío, a lo que le volteas a ver y le das la sonrisa con más optimismo que puedas tener.
— Hey — le murmuras y el te voltea a ver. — Estaremos bien, vaquero — le mueves su sombrero y el ríe. Besas su cabeza y continúan su camino en silencio.
Volteas tu cabeza cuando alguien toca tu hombro y le regalas una pequeña sonrisa a Rick, quien te agradecía en silencio por tratar de mantener positivo a su hijo. Asientes con gusto y no puedes evitar mirar a Daryl, quien te mira unos segundos y desvía su mirada.
Regresas tu atención al camino y te contienes de dejar escapar un bufido de frustración.
Tenías cosas más importantes por las cuales preocuparte y Daryl no era una ellas.
Te dedicas a observar a quienes iban por delante de ti, Rosita iba de la mano de Abraham, Eugene llevaba la cabeza escondida en su chaqueta, Gabriel tenía un gorrito de lana en su cabeza calva y escondía sus manos su chamarra. Maggie y Glenn platicaban entre ellos igual tomados de la mano, y Noah y Tara reían quien sabe de qué. Rick, Michonne, Sasha y Daryl iban detrás de ustedes y Carol iba a tu lado, y Carl aún de tu mano.
Llevaban semanas en la carretera, guiándose con un mapa para poder llegar a Washington, pero cómo iban a pie y siempre había algo que los hacía retrasar, les estaba tomando más del tiempo necesario llegar su destino, y el invierno les había alcanzado.
Esto era lo que tanto temían, no tener un lugar en el cual pasar esas largas semanas de frío y nevadas. Si bien apenas empezaban las fuertes heladas, era cuestión de tiempo para que empezara a nevar y no pudiesen seguir avanzando.
