Drabbles Wigetta

Fiesta.

-¡Alexby toma! ¡Alexby bebe!.- canturreaban todos mientras Alex obedecía tragado todo el liquido de una botella de cerveza. Esta fiesta se saldría fuera de control, lo supuse tan solo al observar el estado en el que se encontraban todos mis compañeros.. ebrios no, lo siguiente. Y no voy a negarlo, yo también, apenas podía mantener mis ojos abiertos, pero mi cuerpo aun podía mantenerse en pie. Me estaba divirtiendo mucho, hacía tiempo que no me juntaba a bobear con todos a la vez.

Camine hacía donde se encontraban los demás tomando otra copa entre mis manos, no era de beber demasiado pero una vez no le hace daño a nadie. El liquido que consumía me quemaba por dentro y me fascinaba, el efecto no tardo en reaccionar en mi cuerpo, la vista se me nublo por completo y mis piernas temblaban; mis pupilas se fueron hacía arriba y de un momento a otro me encontraba tumbado en el suelo, no había sentido absolutamente nada de dolor. Ligeramente comencé a reír mientras la vista regresaba a mi, logre divisar a lo demás riendo de mi mientras una silueta se acercaba hacía a mi, Samuel.

- Willy joder macho has bebido de más, eres como un niño pequeño eh, no se puede dejarte solo ni un segundo!.- sonaba molesto y preocupado, se veía lindo, aun así me fastidiaba que me echase las cosas a la cara como si él estuviera haciendo todo bien.
- No tienes que cuidarme. Vete a bobear con Rubén si quieres, o Frank, o Alex, ¡o todos en esta puta fiesta!- recrimine molesto, estaba molesto ¡claro que lo estoy! si es que se anda restregando con todo lo que se mueve dejándome a un lado.
- Vamos, no me hagas una escena de celos ahora, sabes que son solo mis amigos.- dijo más calmado ayudandome a levantar llevandome hasta un balcón. El aire estaba fresco, me ayudo a despejarme un poco, aun así el alcohol continuaba circulando por mi sangre.
- Eres un idiota.- dije sin más apoyadome contra una pared para evitar caer nuevamente. Mi cabeza daba vueltas y verlo ahí tan sereno con esa estúpida barba y esa estúpida camisa que me encantan incrementaban mi tentación de lanzarme encima suyo y besarlo como un salvaje.
Él me conoce como si fuésemos uno, claramente se percato de mi mirada intacta en sus labios. Una sonrisa ladina se formo en sus labios y se acerco hacía mi a paso lento, como lo odiaba es que lo estampaba contra el suelo y me lo comía a besos y luego a puñetazos.
- ¿Willy ya no me quiere?.- preguntó en casi un susurro depositando un leve beso sobre mi nariz dejandome estupefacto.- Vegetta si quiere a Willy, ¿sabes?.- musitó tomando de mi cintura haciendome tambalear obligandome a sostenerme de sus hombros. Estaba cayendo a sus pies, una vez más.
- No, Willy esta molesto porque Vegetta es una putita barata.- masculle entre dientes siguiendole el juego.
- No. Vegetita se divierte, putita de todos juguetito de nadie.- termino por decir partiendonos en risas, es que es tonto.
- Te odio.- dije entre risas escondiendo mi cabeza en su cuello dando un fuerte mordisco en su cuello.
- ¡Duele hijo de puta!.- se quejó entre risas estambandome contra la pared sin llegar a ser torpe. Presionó fuerte mi cintura, logrando hacerme soltar un quejido, metió su pierna izquierda entre las mías y luego se aproximó peligrosamente hacía mis labios. Sonreí de lado al sentirlo tan cerca, este me imitó.
- ¿Vas a hacer algo o qué? apura que quiero ir al baño.- comenté descaradamente arqueando una ceja.
- No me provoques. Si yo quisiera pequeño, tu ahora mismo estarías en el baño gritando mi nombre.- dijo cerca de mi oído comenzando a chupar el lóbulo de mi oreja.
- Uy, que engreído ¿no?- dije divertido soltando un jadeo. Cole una de mis manos por debajo de su camisa dibujando un camino invisible por su torso hasta llegar a su abdomen, hice el amague de colar mi mano por su pantalón pero enseguida la quite logrando que este riera levente, podía sentía su respiración agitada.
- Eres muy malo ¿sabes?, ven vamos al baño.- dijo sonriendo como si nada pasara tomandome por la cintura, casi arrastrandome por lo alcoholizando que me encontraba.
- ¡Hey chicos! vengan aquí, ¿a donde van?.- preguntó Rubén a lo lejos, no respondimos nada, Luzu se encargo de ello.

Estos días iban, y están siendo, increíbles.