Drabbles Wigetta

Fiesta de disfraces - Especial Halloween.

Llevaba largo tiempo sin ver a mi ex compañero de piso, echaba de menos su risa contagiosa, alborotar su cabello de vez en cuando, salir a cenar e ir al cine. Extrañaba su compañía y el calor de su cuerpo. Sus manos frías al tocarme, sus ojos rasgados al observarme, sobretodo, su sonrisa resplandeciente.
Por suerte, luego de mucho insistir, logré convencerlo de abandonar Los Angeles y regresar a España. Por muy egoísta que sonara de mi parte, lo necesitaba conmigo de vuelta. Si yo había abandonado todo por irme a vivir a otro continente con él, ¿Por qué él no haría lo mismo por mi?

Sabía que Willy adoraba vivir allá, que sentía como si "hubiese nacido para vivir en Los Angeles" un sueño entre otras cosas, que la idea de volver a España no le hacía mucha gracia y que hacía su mejor esfuerzo por verle el lado bueno y ponerle la mejor cara. Agradecía en parte que lo hiciera solo por mi, me hacía saber que le importaba de la misma manera que él a mi.
Y por mucho que me agradaba el saber que volvería a tenerlo en mis brazos sentía la necesidad de prepararle algo, como una fiesta de bienvenida.

Después de mucho organizar todo en mi cabeza decidí pedir ayuda, como Luzu se encontraba en L.A mi mejor opción para estas cosas sin duda era Rubén.
Busqué entre mis contactos su número rogando que éste me atendiera, normalmente desde que lo conozco tenía la costumbre de no contestar nunca el movil.

- ¿Si? Diga...-

- Madre mía es un milagro que contestases.- dije divertido logrando que reconociera mi voz

- ¡Vegetita!- gritó entre risas alargando la "g"

- Tío, escucha. Necesito que me ayudes a organizar una fiesta.- inevitablemente sentí mis mejillas arder, ahora que lo pensaba estaba poniendo en evidencia mi gran cariño hacía Willy.

- Hala una party ¡Hostia! ¡Halloween! ¿como no se me ocurrió antes?- comentó muy entusiasmado

- Pero la fiesta es para Willy ¿entiendes?, que vuelve de Los Angeles... - intenté ocultar mi ansiedad entre risas, aunque éste no tardó en partirse el culo.

- Amigo, vale, entiendo. Okey, okey. ¡Podemos hacer una fiesta de halloween sorpresa! ¡Le va a encantar!-

- ¿Tu crees?- sonreí imaginando el rostro de sorpresa que pondría Willy al ver todo.

- ¡Si! tú no te preocupes, yo le aviso a la people y me encargo de la decoración y demás. Tú encargate de buscarte un disfraz, y para tu novio también. Seguro le pone esas cosas en plan fetiche.- terminó por decir estallando en carcajadas

- Es que es tonto.. Vale, luego me avisas y eso. Nos vemos.- terminé por decir finalizando la llamada.

Paso uno, completado. Ahora mi única preocupación era conseguir lindos disfraces.
Me dirigí con prisa hasta el centro en busca de una tienda que me llamase la atención, la cual a duras penas encontré en ese mar de gente que yacía allí, algo normal en estas fechas. Nada más entrar al local una muchacha rubia me atendió.

- ¿Buscas algo?- preguntó con una gran sonrisa.

- Disfraces- Sonreí con algo de ironía como si fuese algo obvio.

- Entiendo, Halloween claro, están por allá al fondo. Si tienes problemas para elegir me avisas yo estaré aquí mismo.- terminó por decir guiñandome un ojo pasando una mano sobre mi hombro. Me limité a asentir y continuar con lo mío, la mujer ciertamente me resultaba tan inquietante que sentía la necesidad de encontrar los disfraces cuanto antes y huir lo más rápido posible.

Recorrí de un lado a otro el sin fin de disfraces que se encontraban colgados de muestra, entre ellos; Lobo, Vampiro, Zombie, Policía, Payaso, Doctor... y otros que no me resultaban llamativos en absoluto. Aunque todos me resultaban ridículos y extraños opte por el de Policía, era el que menos me disgustaba.
Estaba dispuesto a elegir uno al azar para Willy pero se me hizo imposible verlo puesto con uno de esos disfraces tan cutres y comunes.