"¿Qué pasó con las pulseras?
A mi se me rompió la mía.. y me compré para suplantar otra en Ibiza."
El directo había llegado a su fin. Me encontraba sentado en el mismo sitio, en silencio, observando de reojo a Willy que se encontraba terminando de reorganizar cosas en su ordenador, ajeno a mi mirada constante.
Sonaba ridículo, estúpido y quizás hasta infantil, pero no podía dejar de pensar en aquella pulsera que ambos compartimos con un lazo especial, que el muy tonto rompió, a saber quién cuando y donde. Me tocaba un poco la moral el hecho de que haya intentado reemplazarla con otra, y por mucho que mi conciencia decía que lo hizo para remendar el daño otra parte de mi decía:
Merece un castigo por esto.
Continué observandole insistente con mi mirada, no era difícil para él ignorar eso, Willy siempre sabe cuando alguien lo está observando y por mucho que pase de ello inconscientemente en algún momento reacciona debido a su incomodidad.
- ¿Qué?- soltó de repente claramente irritado quitando sus manos del ordenador como si de agua hirviendo se tratase, reí ante su reacción defensiva posando una mano al rededor de mi barba perfilada.
- No sé como decirte esto compañero- sonreí después de aclarar mi garganta y aflojar las mangas de mi camisa.
- ¿Algo anda mal?- preguntó reduciendo notablemente el tono de su voz inclinando levemente su cabeza hacía un costado.
Oh no hagas eso chiqui.
- ¿Tú crees que algo anda mal?- repetí dejando caer mi mano lentamente sobre su cabello, acaricié su cuero cabelludo como si de un felino se tratase y este ronroneó haciendo honor a uno mismo.
- No lo sé
- ¿No lo sabes? ¡Oh! ¡No lo sabes! Madre mía- chillé indignado poniendome de pie. Y aunque me encontraba de espaldas supe enseguida que Willy se encontraba parado detrás de mi.
- ¿Esto es por la pulsera?- preguntó soltando una pequeña risita.
Solté un largo suspiro volteando sobre mis talones, quería confundirlo así que negué con la cabeza repetidas veces justo antes de correr hacía su posición y empujarlo contra la pared, medi mi fuerza para reducir el impacto pero de todas formas recibí un jadeo suyo ante mi acción, descifré por su mirada atónita que sintió miedo, quise reír pero lo reprimí a toda costa.
Lo miré fijamente intentando traspasar su alma con mis ojos, pero él también me miró y quiso ver más allá de eso, la desventaja de vivir mucho con una persona es que así como tú llegas a conocerle de pies a cabeza, esa persona hace lo mismo contigo. Así que apliqué fuerza sobre sus manos atrayendo la atención de sus ojos hacía esa zona.
- Tú qué haces, sueltame- se quejó un tanto agobiado, el contacto físico sacaba de quicio a Willy, eso lo sabía yo más que nadie.
Por eso adoraba abrazarlo la mayor parte del tiempo cuando se descuida.
- Sh, no hables- exigí en un tono demandante volteando su cuerpo de modo que su pecho quedase pegado contra la pared. Sostuve sus manos detrás de su espalda tomando el control absoluto de si mismo sin ni siquiera aplicar toda la fuerza que poseo, aunque tampoco tenía planeado lastimarle, todo se trataba de un diabólico juego inofensivo.
- ¿Vas a violarme? Madre mía, creía que mi compañero de piso solo estaba tonto, y resultó ser un psicópata- dijo entre risas, me había pillado.
Quizás nunca cayó y se prestó en mi tontería, pero prefería consolarme con que en un principio se la creyó.
- No es violación si te dejas- reí a su oído provocandole cosquillas logrando que se removiese de un lado a otro, presioné mi entrepierna en su trasero para que volviera a quedarse tieso y así lo hizo.
Llevé una mis manos hasta la hebilla de su pantalón logrando que este teblequease ligeramente, pero no emitió ningún sonido.
Siempre cómplice de mis juegos, siempre dispuesto a romper reglas de amistad por mi.
Sin pensarlo liberé sus manos y al mismo tiempo colé mi mano bajo la fina tela de sus boxers haciendo contacto con su miembro. Sonreí al verlo llevar sus manos a cada lado de su cabeza en vez de ayudarse con estas a liberarse de mi "cruel" juego.
Apoyé mi nariz sobre su nuca absorbiendo su embriagante aroma característico mientras envolvía su cintura con mi brazo libre y con la otra envolvía su miembro entre mis dedos comenzando a acariciar de desde la base hasta la punta.
Willy dejó liberar pequeños ruiditos de su garganta acompañados de ligeros suspiros.
Inevitablemente me sentí egoísta, egoísta por no permitir que nadie más lo toque, egoísta por reclamarlo como mío atandole de una fría y dolorosa cadena a mi. Egoísta por no dejarlo libre de mi deseo obsesivo de tenerlo siempre para mi y solo para mi.
¿Pero quién más lograría hacerlo feliz como yo? Quién podría amarlo tanto, quién podría cuidarlo de todo aquello que puede hacerle daño, quién podría ser capaz de tirar todo por él. Nadie. Solo yo.
Aceleré la velocidad de mi mano provocando que gimiera alto, deposité pequeños besos sobre su cuello, su piel suave era como besar una pieza de porcelana.
- Di que lo sientes- susurre a su oído quitando mi mano de su palpitante erección que exigía a gritos que acabara con eso.
- ¡Ahg! ¿Disculparme? ¿Q- Por qué?- titubeó agitado agachando su cabeza.
- La pulsera- dije sin más.
- Estás loco ¿Lo sabes?- dijo entre risas- L-lo siento, aunque no fue mi culpa!- chilló adolorido llevando su mano hasta su miembro para estimularse a si mismo, y por mucho que las vistas me agradaban quise ayudarle con eso.
Sonreí una vez más, por que, a pesar de ser un egoísta él estaba aquí ¡Está aquí! Él me eligió y eso me hace feliz.
Pose mi mano sobre la suya y juntos logramos que liberase el orgasmo. Jadeo con fuerza luego de venirse por completo, y de no ser por mi cuerpo que le servía como sostén se habría desplomado sobre el suelo.
- No la rompas otra vez.
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Drabbles Wigetta
FanfictionEsta es una sección de Drabbles Wigetta, algunas con sus continuaciones mientras que otras son únicas e individuales. Estos drabbles están solamente aquí en mi cuenta de Wattpad, y en mi tumblr. Muchas gracias por leer :) ~~~~~~~~~~~~~~ Twitter: @Li...