Drabbles Wigetta

Mi princesa.

Ir a por unos tragos sonaba bien, realmente lo hacía cuando Willy lo propuso con la excusa de que la monotonía comenzaba a deprimirlo y estuve de acuerdo con ello, lo estaba. Es decir, no es como si hubiera accedido a ello tan fácil dejando de lado algún que otro vídeo por editar solo porque me lo pidió mientras se colgaba de mi y repartía tal vez dos o tres, cuatro puestos a contar, minúsculo e insignificante beso entre amigos. Claro que no.

Accedí porque también lo necesitaba, ¿Lo necesitaba? ¡Claro que lo necesitaba!

Qué mejor que rodearse de gente que creen estar pasando la mejor noche de sus vidas cuando en realidad solo es una noche, no es como si al día siguiente despertaran siendo alguien más que un triste borracho con resaca.

Qué mejor que fingir que puedo oír y me interesa lo que ciertos desconocidos se acercan y me cuentan en un intento fallido de socializar conmigo.

Así que sí, lo necesito. Necesito ahogarme en alcohol porque realmente odio estar de fiesta, odio el amontonamiento de gente que tropieza con sus propios pies y se deja caer sobre ti como si fueses amortiguar su golpe con gusto, y sobretodo odio consentir a mi maldito compañero de piso que al beber una pequeña gota de alcohol aparentemente comienza a padecer de alzheimer o algo por el estilo y decide olvidar que existo y simplemente se sale de control.

Tantos años viviendo con él me hicieron conocer todas y cada una de sus etapas, de no ser por eso desconocería por completo a aquel chaval en frente de mi que salta y baila de un lado a otro con distintas personas como si fuese el típico que termina en la cama con cualquiera y al día siguiente huye del país porque no recuerda con quién se acostó, y quizás estaba exagerando, tal vez solo un poco..

Pero al verlo ahí restregandose con ¿Quién demonios es ese y por qué están tan cerca? No lo sé, y por qué se miran como si fuese él el que lo conoce desde siempre? ¿Por qué Willy no hace el intento de apartarlo?

El guaperas de turno sostenía de su cintura con ambas manos ¡Ambas! ¿Por qué hacía eso? Él no puede hacer eso, Willy necesita su propio espacio personal, esto no está bien. No deberíamos estar aquí no debería haber consentido a este niño.

Aunque en realidad todos a mi alrededor bailaban de la misma forma, ¿Se le podía llamar a eso bailar? Parecían estar follando de la forma más obscena en vez de bailar, es insano, este definitivamente no es un lugar para un niño como Wi- ¿Por qué está tan cerca de su cuello? ¿Acaso lo está besand- ¡No!

"¡Willy!" chillé tan fuerte como pude, apenas pude parpadear y ya estaba de pie en frente suyo jalando de su cuerpo como si fuese de mi propiedad.

"¡Hey! Qué haces" se quejó el chaval que lo acompañaba, aparentemente enfadado y algo perdido, evidentemente no solo se encontraba borracho sino también drogado.

"¡Quítate no te le acerques!" amenacé apegando a Willy aún más fuerte hacía mi.

"Vete a la mierda, tú y tu zorra"

Estuve a cero coma de partirle la cara de no ser porque Willy comenzó a marearse y tener arcadas, opte por dedicarle la peor de mis miradas asesinas a ese imbécil y salir de allí cuanto antes con Willy, lo menos que quería ahora mismo era entrar en una pelea y arriesgarme a que mi niño saliera lastimado.

Las calles se encontraban desoladas a estas altas horas de la madrugada, así que no me importó sostener a Willy mientras este vomitaba a orillas de una maceta que se encontraba cerca de una casa, de verdad lamentaba eso pero no era momento de regañarle por eso.

"¿Estás bien?" me preocupé al verle tan pálido y transpirado, parecía un triste vagabundo drogado, no me agradaba tener una visión de él así.

"Lo siento, no debí.. no debí beber tanto lo siento, lo arruiné" murmuró limpiando los restos de vomito de sus labios con el puño de su manga.

"No pasa nada, pero que no vuelva a pasar casi haces que le reviente la cara a un chaval por ti macho, las cosas podrían haberse salido de control, mucho más.."

"Lo siento, creí que podría pasarlo bien con él ¿Sabes? Parecía agradable cuando se acercó a charlar. Resulto ser un imbécil"

Escucharlo decir aquello removió mi estomago por completo, a duras penas contuve una arcada y es que realmente tener una visión de ese estúpido pringado poniendo sus manos encima de Willy, Mi Willy, me resultaba más que solo repugnante.

"No vuelvas a decir eso, ¿Has visto la cara de tonto que llevaba encima? No puedes simplemente relacionarte con desconocidos y esperar 'pasarla bien' con ellos, tú no tienes permitido hacer eso!" le regañé como si su padre me hubiese poseído.

Pronto una carcajada se hizo oír de su parte y realmente no entendía que era lo divertido. "¿Qué es gracioso?" pregunté molesto intentando con todas mis fuerzas con contagiarme de su risa.

"Es que tú, ¡Tú estás celoso!" hipó y nuevamente su risa se dejó oír retumbando contra mis oídos.

"Qué dices, anda, anda. Vamos a casa" reí intentando ignorar aquel comentario, y también el arranque acelerado que tuvo mis pulsaciones, así como también ignoré el hecho de que tal vez, mi rostro estaba ardiendo.

"Cargame, estoy malito" suplicó con un puchero con sus pequeños ojos cansados extendiendo sus brazos, y por un momento pensé que podría negarme a eso, en otra vida quizás.

Tome de sus piernas y espalda tal cual como los principes a las princesas en Disney, y por un momento o dos lo sentí así, no la parte cliché sino lo mágico aunque tal vez me estaba volviendo loco pero realmente no importaba demasiado, porque Willy estaba entre mis brazos como debía ser.

"Madre mía, tienes que admitir que nadie te cuidaría mejor que yo eh"

"Lo sé" afirmó atrapando mi mirada por instante, entonces sonreí y él también lo hizo, sin ninguna razón ambos estabamos sonriendonos y la única testigo de eso era la luna que nos alumbraba.