My brother is GAY?

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Visitar a mi hermano significaba dos cosas: pasar el rato jugando sus vídeojuegos y dos; observarlo discretamente y relacionar su comportamiento con su compañero de piso, sí, Samuel.

Probablemente cualquiera que pudiera escuchar mis ideas creería que estoy loca o que entrar a Tumblr y leer tantas cosas sobre Guille y Samuel habrían logrado meterme cosas en mi cabeza, quizás la segunda opción en parte era cierta, pero ese no es el punto.
Durante muchos años, desde que nací para ser exacta he convivido con mi hermano y lo vi crecer, crecí a su lado y aunque jamás dijera más de lo necesario lo conocía más de lo que él mismo se conoce.

Dudar sobre la orientación sexual de mi hermano mayor no es nada reciente, de hecho, probablemente siempre tuve leves sospechas de ello durante su adolescencia pero como era demasiado pequeña no lo analizaba demasiado; como esa vez en la que caminamos por el parque y accidentalmente tropezó contra un chaval, nunca había visto a mi hermano reaccionar de esa forma tan ¿Calmada? e incluso se encontraba terriblemente avergonzado por la situación, no era nada grave desde mi punto de vista en ese entonces, un poco raro sí, pero no de la forma en que fueron las cosas.

Trayendo a mi mente la imagen del chaval contra el que tropezó comprendí al instante lo que en realidad sucedió, ¡Mi hermano estuvo avergonzado porque el chaval era guapo! Quiero decir, tenía unos ojos tan azules que parecía insano y un cabello chocolate que daban ganas de cortarle un mechón y meterlo en una caja de cristal. Recuerdo perfectamente el rubor en sus mejillas al hacer contacto con sus ojos delatando sus emociones alborotadas y la sonrisa divertida del chaval al notar aquello, ¡Era tan obvio!

Claro que ahora las cosas cambiaron bastante, Guille está mayor y si de verdad mis sospechas, y las de miles de sus fans son ciertas, se esforzaría el doble por ocultarlo. Pero estaba más que dispuesta a arriesgarme por descubrir aquello que nadie puede: ¿Cómo se comportan Samuel y Guille en un día normal realizado sus tareas domesticas, conviviendo juntos?

Luego de ser bienvenida a la casa y guiada hasta la habitación de Guille donde dormiría decidí que sería buena idea charlar un rato con Samuel. Anteriormente tuve oportunidad de hablar con él, me parecía un buen chico, extraño pero contagiosamente divertido y muy cariñoso, sobretodo con mi hermano que parecía tratarlo como si fuese su hijo.

¿Qué si lo mimaba? Eso era decir poco. Mientras me preparaba un sandwich lo vi imitarme, pero en cuanto le llamó para darselo supe que no era para si mismo sino para Guille. ¿Desde cuando mi hermano no sabe preparar un maldito sandwitch?

- ¿Todo bien?- preguntó sin voltear a verme mientras le daba play a una serie que al parecer se encontraba viendo en Netflix.

- Todo bien. ¿Puedo ver, lo qué sea que estés viendo, contigo?- No estaba segura de si mi presencia incomodaba a Samuel pero esperaba que no. Sin embargo este asintió y me hizo espacio en el sofá.

No cabe duda que ni siquiera le presté atención a la serie, es más, ni siquiera sabía de cual se trataba y me limitaba a reír cuando Samuel lo hacía solo para aparentar que comprendía lo que pasaba. Esperé paciente a la entrada de mi hermano, lo conocía bastante como para no saber que al escucharnos reír se haría presente solo para "Ser parte de la diversión"

Hizo falta tan solo unos minutos para que se apareciese en la sala con expresión confusa y hasta podría decirse molesta, no entendía el por qué hasta que prácticamente me apartó de un empujón del medio para sentarse al lado de Samuel.

- ¿Por qué tantas risas sin mi?- preguntó sonriente en un tono amenazante dirigido hacía Samuel que parecía más que divertido por su actitud, ¿Hola?

- Nada hombre, solo veíamos la serie que tenemos pendiente- dijo sin más llevando su mano hasta su rodilla haciendo presión levemente en esa zona logrando que el ceño fruncido en la cara de mi hermano se relajase al instante.

- Vale, ponla otra vez quiero ver también- exigió en un suspiro.

¿Hacía falta mencionar que estaba ignorando mi presencia?
En realidad ahora parecía que ninguno de los dos recordaba que aun estaba allí sentada junto a ellos, pero realmente no me importaba. Me encontraba más concentrada en la forma de tocarse tan adictiva que tienen, quizás jamás lo llegaron a pensar pero constantemente estaban el uno encima del otro, y no parecía incomodarles en absoluto la cercanía. Comenzaba a creer que no conocían lo que se llama espacio personal, sin mencionar los golpes cariñosos, y esa forma tan intensa de mirarse.

De vez cuando noté que Samuel volteaba hacía Guille y simplemente lo observaba sin decir nada, aquello me parecía tan puro y tierno que tuve que contenerme para no soltar un chillido del amor que me provocaban.

Para cuando finalmente la noche cayó supe que era hora de dejar la serie un rato e irse a descansar entonces fingí estar profundamente dormida ya que me tocaba dormir con mi hermano, y obviamente, aquello era mera excusa para no elevar mis sospechas. Claramente Guille duerme pegado a Samuel como a un osito de peluche,

¿Qué clase de persona dormiría solo teniendo un compañero de piso tan abrazable? ¡Nadie!

Para cuando decidí acabar con mi actuación de "Hermana dormida" ya me encontraba en la habitación de Guille, y como era de esperarme me encontraba sola.
Esperé paciente a que pasara por lo menos una hora para salir de un salto de la cama y correr en un puntitas de pie hasta la puerta de la habitación de Samuel. Podía escuchar un silencio hueco a través de la pared, pero en cuanto giré apenas solo un poco el pomo la realidad era totalmente distinta.

Alcancé a escuchar a Samuel susurrando palabras intangibles, y definitivamente Guille se encontraba allí, aunque apenas podía ver en la oscuridad abrumadora logré divisar un bulto de mantas que claramente escondían a dos personas.

La curiosidad me llevó obligadamente a gatear por el suelo para poder escuchar algo, me sentía una maldita demente violadora de privacidad ¿Qué demonios hacía de mi vida? Me pregunté unas miles de veces hasta lograr escuchar un ruidito extraño parecido a un gatito rogando comida, contuve lo más que pude mi respiración hasta que otro ruidito se escuchó y luego un insulto que fue rápidamente acallado.

Finalmente comprendí lo que sucedía cuando oí a Samuel claramente susurrar:

"No hagas ruido tu hermana podría oírnos, y no queremos que eso pase ¿Verdad?"

y entonces la voz de mi hermano se hizo presente contestando un simple:

"No, no queremos" de una forma tan obscena que pude sentir mi cara entera arder en vergüenza.

Huí lo más sigilosa y rápidamente que pude de la habitación para ahogar una enorme carcajada. Esto solo se podía llamar de una forma: Victoria.

Aunque la situación en la que descubrí a mi hermano era algo que probablemente no olvidaría por el resto de mi maldita vida me encontraba feliz por él, realmente estoy orgullosa de lo que es y esperaba que en algún momento se sienta cómodo para decirmelo porque lo apoyo completamente, pero hasta entonces, no sería yo quién lo forzara a hacer aquello.

De la casa de Guille y Samuel me llevaría algunos recuerdos, sin duda alguna eso es un hecho, pero lo más importante ya no necesitaba más pruebas de que estos dos se quieren mucho, sus cuerpos hablaban por si solos, se necesitan tanto mutuamente que no pueden estar tranquilos sin sentir el contacto del otro, solo basta con aprender a descifrar un lenguaje que está más allá de las palabras que nos muestran aquello que los ojos no pueden ver para notar que Guille y Samuel son un complemento imposible de separar. 

Drabbles WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora