Picnic.

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 "Podemos ir donde quieras" 

 Suaves palabras, dulces caricias. 

 ¿Cómo negarme? 

 ¿Cómo negarme a Willy? Negarme alguna de sus peticiones era realmente difícil, sobretodo cuando está algo así como, literalmente, sobre mi y no hay forma alguna en la que pueda huir a cualquier parte donde no existan Willy's que puedan manipularme y bloquear mi capacidad de encontrar a la razón.   

 Mal. Todo está mal, puedo sentir como mi garganta pica y mis manos también, casi puedo sentir como mi pecho se oprime contra mi corazón que a duras penas bombea mientras envía fuertes punzadas a mi cabeza quién me recuerda todo el tiempo que debo darle un final a todo esto. 

 Pero entonces él aparece, está allí deslizandose sobre mi piel mientras sonríe amplio y me hace recordar a la siniestra sonrisa del gato de Alice In Wonderland. 

 Intento apartarle pero realmente no es lo que quiero hacer, me veo a mi mismo presionando su cuerpo contra el mío y entonces ambos estamos sonriendo, soy tan culpable como él. 

 Agobio, todo lo que podía sentir era agobio. 

 Pero sus labios me besan tan bien que al mismo tiempo ardo bajo mi piel. 

"Está bien, ¿Adónde quieres ir?" le digo, sabe que ha ganado y no se molesta en ocultar su orgullo ante la victoria. 

"Te llevaré a un lugar especial" 

 Poco a poco, a cada minuto que pasa la culpa recorre y sigue corriendo, lo siento en mis venas como el veneno o una droga, la más adictiva y dolorosa. 

 Respiro hondo y me doy por vencido una vez más. Él ni siquiera parece percatarse de mi lucha mental sin embargo al mismo tiempo es como si lo supiera todo el tiempo y eso le incitase actuar más rápido, de alguna forma lo sabe o quizás me estoy volviendo loco.

 De todas formas me encuentro sorprendido, justo frente a mi se encuentra una manta sobre lo que antes fue césped y ahora no es más que tierra seca debido al crudo invierno. 

 Me ha preparado un maldito picnic. 

"¡No puedo creer que hicieses esto para mi! ¿Eres tú realmente?" bromeo sin quitar la expresión de sorpresa en mi rostro y él luce complacido. 

"No quiero ser un idiota ¿Sabes? Quiero decir, sé que mereces algo mejor que esto pero pensé que sería un lindo gesto" 

 'Mereces algo mejor que esto' mi mente retiene aquellas palabras por unos segundos y pienso que tal vez no es tan cierto pero sí lo es.

"No digas eso. Es increíble, enserio tío." 

"¿Tienes hambre?" 

"Claro que tengo hambre chaval, me tuviste como una hora en tu maldito Smart hasta aquí sin ni siquiera un caramelo en el camino" 

"Pues yo no" 

"Ahí te quedas, comeré yo solo" 

"No seas egoísta, recuperaré el apetito en un momento. ¡Observa!" puedo ver como su rostro se tuerce en una mueca casi siniestra y de su bolsillo saca un cigarrillo armado, deduzco que se trata de Maria al instante y termino por confirmarlo una vez lo enciende. 

"Madre mía, ¿Tú y esa cosa dejarán algún día de darme por saco?" le digo indignado y mis ojos casi duelen de tanto ponerlos en blanco. 

 Le quiere más que a mi. 

 Espero paciente a que lo acabe mientras me pierdo en el tranquilo ambiente, no hay casas ni gente cerca en kilometros e imagino lo tranquila que sería mi vida si decidiera comenzar a vivir por aquí sin avisarle a nadie, probablemente tardarían un par de años en encontrarme pero hasta entonces a lo mejor habría hallado la forma de estar en paz conmigo mismo. 

"¿En qué piensas?" le escucho hablar mientras se sienta a mi lado y el humo está completamente impregnado en su ropa y aliento, y quizás en otra situación o si fuese otra persona realmente lo habría apartado de mi lado pero se trataba de Willy y tal vez no tenía sentido en absoluto pero incluso el olor me agradaba viniendo de él. 

 Realmente no había lógica en eso, sin embargo estaba un setenta y siete por ciento seguro de que no inhale en ningún momento. ¿No es así? 

"Pienso que muero de hambre y eres un tonto" 

"Puedes comer a este tonto entonces" me dice divertido y pronto comienza a reír como si acabase de decir el mejor remate de la historia en la comedía, y no para hasta que se ahoga con su propia saliva y luego de una larga bocanada de aire vuelve a reír. Inevitablemente me rio ante eso y terminamos riendo tan duro que intento a duras penas no perder un órgano por la boca. 

"¡Para Willy! No puedo respirar, me duele" alcanzo a decir entre lágrimas y un fuerte dolor en mi estomago. 

"Oh ¿Estás bien? ¿Te hice daño?" y de pronto su tono de voz se suaviza y sé que se encuentra preocupado. 

"No" me apresuro a responder, pero entonces todas las cosas malas vuelven y ya no puedo seguir riendo "Hoy no"

"¿Te hice daño alguna vez?" pregunta confundido entonces le miro y sus ojos se ven cansados y al mismo tiempo más pequeños de lo normal y apenas puedo distinguir sus pupilas y sé que apenas está consciente de donde está y con quién. 

"¿Podemos simplemente olvidar todo por un momento y quedarnos aquí?"

"Podemos. Podemos hacer lo que queramos siempre y cuando estemos juntos." 

 Y quizás en estos momentos no puede hallar la razón y la verdad en sus palabras pero decido creerle, decido cerrar mis ojos y dejar expuesto mi corazón una vez más y sé que está cerca porque su aliento lo delata y pronto puedo sentir nuestros labios que se unen en un delicado roce que exige más contacto y como si fuesemos presos de nuestras emociones obedecemos sin oprimir nada. 

"Dime que amas" me exige tirando de mi labio inferior mientras nuestras manos se entrelazan como una cuerda a un ancla que se hunde arrastrando todo consigo. 

 Dilo tú primero.

"Dijiste que estamos juntos en esto. ¿No es así?" alcanzo a decir y me siento preso de sus labios que comienzan a devorarme. 

"Siempre juntos, no lo olvides"

  Una presión se alojó en mi pecho mientras mi cuerpo comenzaba a quemar, como un autentico masoquista disfrutando del dolor. 

Drabbles WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora