Latinoamérica.

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 Llegamos al hotel luego de largas y tediosas horas de viaje hasta aquí, estaba muy cansado pero por otro lado me encontraba totalmente exaltado, tal vez porque hacía tiempo que quería venir a Latinoamérica y el estar aquí era demasiado extraño, como si todo esto no fuese real, esa sensación de satisfacción cuando consigues algo que no tenías previsto conseguir, al menos no tan pronto.

Mis compañeros fueron guiados hasta sus respectivas habitaciones, tan pronto se las mostraron se adentraron en ellas dispuestos a descansar. Sin embargo yo fui el único que se quedó observando el paisaje por un balcón.

- ¿Que haces?- Escuche unos pasos detrás de mi, aun así no quise voltear, sabía perfectamente quien era.

- Willy.- Sonreí a la nada sintiendo una suave briza recorrer por mi cara.- Ven aquí.

- ¿Estas borracho?- soltó una leve risa dando unas palmadas sobre mi hombro.

- Calla, arruinas el momento película.- reí unos momentos para luego volver a mirar hacía el horizonte.

- ¿Por qué ya no me dices en que piensas?- suspiró observandome de reojo.

- Me gusta los momentos así. Te extraño.- dije sin ni siquiera pensarlo, mordí mis labios recorriendo la mirada hasta sus pies, no sabía que decir.

- También te extrañé. Extraño nuestros momentos extraños..- dijo entre risas resaltando las palabras "momentos extraños". Reí ante sus indirectas colocandome detrás suyo.- ¿Que haces?- murmuró confuso.

- Estoy intentando revivir el famoso momento romántico de Titanic, dijiste que extrañabas los momentos extraños ¿no?- intenté reprimir una fuerte carcajada mientras éste poco más y se ahogaba de la risa.

- Es que es tonto.- dijo mientras elevaba los brazos dandome lugar a que lo tomase por la cintura.
Apoye mi mentón sobre su hombro izquierdo y comencé a tatarear mientras Willy sonreía, aun con los brazos abiertos. Parecíamos tontos.

Tome de sus manos entrelazando nuestros dedos sobre su abdomen, francamente tenía muchísimas ganas de besarlo, me contuve durante largos minutos en la misma posición sin saber que hacer.
Finalmente me dejé llevar por el momento recorriendo con mi nariz suavemente por su cuello hasta el lobulo de su oreja donde hice el amague de querer mordisquearlo para ver su reacción, éste cerró los ojos seguido de un intento fallido por reprimir un suspiro, fue suficiente para saber que no había reproches de su parte por esto, aun después de haber prometido que esto no pasaría en este viaje. Sonreí victorioso, a decir verdad, nunca estuve de acuerdo con esa estúpida promesa.

- Ya es tarde, mejor nos vamos ¿no?- dije simulando como si nada hubiese pasado haciendo el amague de irme de no ser por que Willy enseguida me tomo por el brazo.

- Pero tú donde vas, que te crees.- dijo entre risas poniendo un acento cómico. Reí junto a él corriendo rápidamente tomandolo entre mis brazos llenandole la cara de besos.

Recorrí mis manos por su pantalón mientras llenaba de besos su cuello, éste se limitaba a recorrer sus manos por debajo de mi camisa desesperado, parecíamos caníbales intentando comerse mutuamente.
Finalmente terminó por arrancarme la camiseta mientras que yo luchaba contra la hebilla de su pantalón, nos habíamos olvidado por completo que nos encontrabamos en un sitio donde en cualquier momento alguien podría vernos, de no ser por la inesperada aparición de Luzu jamás habríamos caído en cuenta de ello.

- Nopuedesernopuedeser. ¡Oh dios mío!- comenzó a reír muy fuerte mientras emitía ruidos extraños; por otro lado Willy se escondía detrás mío subiendo su cremallera posiblemente reconsiderando la idea de lanzarse por el balcón, mientras que yo, a saber en que momento, quizás por el susto o por la vergüenza, ya tenía mi camisa puesta.

- Luzu..- reí nervioso tomandole por los hombros.- Escucha tú no viste nada esto es un producto de tu imaginación.

- ¿Que le haces pringa'o?- dijo entre risas Willy aproximandose a mi lado. Luzu parecía estar en shock, empezaba a creerme eso de "Mamá Luzu"

- No lo sé, uso mis poderes de inmortalidad para borrarle la memoria.- reí mientras recibía un fuerte golpe en el brazo de su parte.- Vale, vale. Mejor vamos a la habitación.- Sugerí empujandole por la cintura hasta llegar a la habitación.

- ¿Que hay de Luzu?

- Estará bien.- reí uniendo nuestros labios acallando cualquier cosa que tuviera que decir.
Latinoamerica comenzaba a gustarme mucho. 

Drabbles WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora